96 VIAJE AL SUR
Por Karlos Dearma.
Mi abuelo
HATTUSILLI está en preparativos, viajará al Sur, buscará a su amigo egipcio. En
lo que a mí respecta he llegado a un acuerdo con LUWIYA: Me iré, y lejos.
-Iré a
Ankuwa. Es uno de los últimos lugares en donde confiaría en encontrar a
SESOSTRIS, si es que no se ha metido en problemas. Tal vez algún mercader
asirio de la ruta de Alepo sepa algo de él. ¿Qué harás ahora que LUWIYA te ha
dejado libre? ¿Recuperarás tu reino?
-En eso no
me parezco a mi padre, ni a mi hermano, no es algo que me parezca importante,
dejaré tranquilo con el gobierno a MURSHILLIS, lo quiso siempre más que yo,
solo le haré saber a mi madre y a mi hermana que estoy con vida. Por razones
obvias no me conviene hacerme presente en Hattusas.
-¿Quieres
acompañarme? Viajaremos de incógnito a través de Hatti y directo a Ankuwa.
Conozco algunos amigos discretos que podrían hospedarnos. Tengo que estar
seguro de que el egipcio loco ese este sano y salvo. Solo así estaré tranquilo.
-No tengo
nada mejor que hacer por ahora. Está bien por mí. No estará mal un viaje como
este, seré una buena compañía, lo prometo.
-Me alegra
saberlo, no esperaba otra respuesta, tenemos muchas cosas de las cuales hablar.
¿Qué harán ustedes amigos?
-Por
supuesto que esta aventura ya ha acabado para mí, regresare con KIRA, he
cumplido con lo que quería: Reunirles.
-Y por eso
te estaré siempre agradecido amigo SAROK, ¡Los mil dioses de Hatti te bendigan!
Me has ayudado a reencontrarme con mi nieto. También debo agradeceros a ti
ARNUWANDA. ¿Qué harás?
-Les
acompañaré un tramo de su camino, si no les molesta, como les conté tengo a mis
parientes por allí.
-Eres
bienvenido, si eres amigo de mi nieto, cuentas con mi amistad también.
97 AVARIS
Por Karlos Dearma.
Avaris no es
como cualquiera otra de las ciudades del Egipto. Carece de los elementos
esenciales al culto, no hay grandes templos ni monumentos, el sacerdocio no
tiene relevancia aquí pues la intención fue otra: Su pulso comercial se adivina
en cada calle.
Su puerto es una de las entradas del delta y luego del Nilo.
Comerciantes de todos los rincones del mundo están esperando su oportunidad:
fenicios, helenos, sirios, luvitas, hebreos, y algún que otro asirio
disfrazado.
La ciudadela domina el panorama, desde ella los soldados vigilan
atentos los movimientos de las naves. IB me refirió que los robos se habían
vuelto un problema, en los meses pasados el gobernador ajustició a unos cuantos
ladronzuelos colgándoles desde la muralla, y a la vista de todos, luego volvió
la calma.
A KHUFU no
le gusta el panorama, frunce la nariz a cada instante: Francamente el puerto
huele bastante mal.
Los cananeos continúan cargando la nave y para entretenerse
cantan: “Alguien me ha dicho que eres una mujer solitaria, Alguien me ha
dicho que suspiras por los marinos que surcan el ancho mar, ¿Habrá un espacio
en tu corazón solitario como para mí?”.
Más adelante cambian la cantinela:
“Escucha muchacha que temes cruzar la mar, Somos hermanos del viento
y somos hermanos del mar.Ven con nosotros: Solo los cananeos los secretos de
las olas te sabremos contar”
-¿Te gusta
la canción, SETI?
-Algo,
parecen felices.
-Cantan
bastante mal. No me gusta.
-Bueno,
¿Acaso esperabas a las sacerdotisas desnudas de Astarté? Son marinos, KHUFU,
ten un poco de paciencia.
-Si siguen
cantando así, de aquí a Fenicia, tal vez termine arrojándome al Océano: Volveré a
Egipto nadando.
-Ja Ja
Espero que no tengas que hacerlo KHUFU: Necesitarás brazos más fuertes de los
que tienes. Y tal vez acabes dentro del estómago de un pez grande.
-¿Cuáles
serán esos “secretos de las olas” de los cuales habla la canción?
-Su pizca de
arrogancia y orgullo, los fenicios son así. No hay marinos que se les comparen
y lo saben, solo tal vez los hombres del norte rivalicen con ellos y no veo
ninguno por aquí.
continuará ...
Cantando se entretienen los fenicios, pero los oídos de Seti son atormentados jeje.
ResponderEliminarHay que ver que depara lo situación que va dibujándose.
Saludos.