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lunes, 27 de julio de 2015

SETI, EL EGIPCIO /// CAPÍTULOS 100 y 101


100   FUERA DE LA MONTAÑA, LEJOS DE MADRE
Por Karlos Dearma.

Salimos de la montaña rápidamente, cualquier lugar del mundo o hasta el mismo infierno es mejor que aquello que dejamos atrás. La Reina parece más relajada ahora. Intento susurrarle algo a NAGA, como para romper el hielo:

-Faltaba un poco de limpieza allí adentro hermanita, ¿No te parece?

El chiste parece no ser del agrado de NAGA, que me mira con seriedad y desaprobación, sin contestarme. Continúa caminando: Al diablo con ella, su campaña y su sentido de la autoridad. 

Me alegra volver a ver la luz del Sol. Vamos al campamento, el ejército se pondrá inmediatamente en marcha hacia Napata para recuperar la ciudad: Quisiera saber cómo hará TUTMOSIS para detener a nuestros cien mil.


101  ANKUWA Y LA REBELION DE ALEPO
Por Karlos Dearma.

Un par de semanas después llegamos a Ankuwa. La ciudad está claramente dividida en tres partes: Las residencias de los habitantes locales, la fortaleza que custodian los soldados del rey de Hatti y el barrio comercial poblado por mercaderes de toda la región; especialmente Asirios.

ARNUWANDA ha marchado a casa de su parentela, quedamos en verle más tarde. HATTUSILLI está abocado a la tarea de encontrar información sobre el paradero de su amigo egipcio, ahora le acompaño al barrio de los comerciantes.

-¿Cómo esperas obtener información por aquí? ¿Invitaras tragos a todos los mercaderes que encontremos?

-Tal vez si, tal vez no sea necesario, o tal vez alguien sepa algo.

-Está bien. A falta de un mejor plan.

-¿Tienes alguna sugerencia para hacer?

-Busquemos una posada.

Sin chistar decide seguirme la corriente, preguntamos a un vendedor, nos señala una dirección dos calles más abajo. Caminamos en silencio. No es difícil encontrar el lugar, el olor a comida nos arrastra; entramos y buscamos una mesa vacía. 

Nos acomodamos y un gigante gordo viene a recibirnos, nos habla en la lengua de los asirios, se ha confundido y le observamos en silencio, vuelve a preguntar esta vez en heteo:

-Sois bienvenidos a mi humilde fonda: ¿Deseáis algo para comer y beber?

-Acertaste.

Unos minutos después regresa con una especie de guiso, pan  y una vasija de vino. El guisado no vale las monedas que gastamos en él: Lo comemos con avidez, no es cuestión el comportarnos como príncipes en una situación así, el hambre que llevamos es superior a los gustos finos de nuestro paladar. 

En una mesa cercana dos hombres con aspecto de feriantes se quejan en voz alta:

-ATELES, este es el peor guiso que he tenido la desgracia de probar entre aquí y Fenicia, ni mis perros lo comerían. ¿Acaso quieres matarnos?

-Lo siento su excelencia, mi esposa es una buena mujer pero una mala cocinera, puedo ofreceros queso y frutas si os apetece.

-Olvídalo, no te quejes  y recuerda este proverbio hebreo: dichoso del hombre que consiga una mujer buena pues vivirá el doble.

-A propósito: No comiendo este tipo de guisos.

-Ja Ja Ja.-ATELES también ríe con la “ocurrencia” de los parroquianos.

HATTUSILLI llama por lo bajo al dueño de la posada.

-¿Deseáis algo más señor?

-Sí. Pagaré la comida de esos dos señores.

-Como su excelencia quiera.

-No me llames excelencia.

ATELES regresa al fondo de la posada. Un momento después los dos mercaderes se presentan en nuestra mesa agradeciendo la atención:

-Mi nombre es MELIOS y él es mi socio SHIDELLES, queríamos agradeceros la gentileza. ¿Hay algún motivo, Acaso nos hemos conocido en otra ocasión?

-No creo que nos hayamos visto antes, mi nombre es HATTUSILLI y solo somos dos viajeros, él es mi nieto MUWATALLIS, simplemente escuchamos que recorristeis la ruta desde Fenicia y sentimos curiosidad. Vamos en ese sentido.

-Así es noble hombre. Son tiempos turbulentos, eso arruina el comercio, guerra por doquier y ahora una rebelión en Alepo, tal vez hayáis oído hablar de su rey EA-TESHUB.

-¿Quién podría ignorar el nombre del bribón sanguinario ese? Pero decidme: ¿Una rebelión en su contra?

-Así es. Los campesinos finalmente se le han rebelado. Ha gobernado tiránicamente esa región por siete años, luego de asesinar al viejo rey; sus hombres han cometido todo tipo de crímenes y él mismo lo ha consentido. Su gobierno de terror disuadió a los habitantes todos estos años; aterrorizándoles se ha mantenido en el gobierno, pero se ha pasado de la raya demasiadas veces y ahora se han decidido a combatirle. Dicen que es un extranjero quien les manda.

-¿Un extranjero como jefe del pueblo?-Aquí los ojos de HATTUSILLI parecen encenderse.- ¿Sabéis algo más sobre él?

-No sabemos su nombre, solo que es un muy buen guerrero y les ha entrenado y bien, jamás arriesgan una batalla abierta contra EA-TESHUB y su ejército, se limitan a hostigarle y humillarle las veces que pueden, luego vuelven a ocultarse. Pero he sabido que EA-TESHUB no se ha cruzado de brazos: Ha conseguido los servicios de mercenarios egipcios liderados por un noble venido a menos.

-¿Un egipcio? Suena extraño: Está lejos de su tierra. ¿Cuál es su nombre, lo sabéis?

-Sí, es un hombretón soberbio y cruel al que es mejor evitar, a decir verdad abandonamos ese paraje lo más pronto que pudimos, su nombre es MENEFER.

continuará ...

martes, 21 de julio de 2015

SETI, EL EGIPCIO /// Capitulos 98 y 99


98   MADRE
Por Karlos Dearma.

-MADRE quiere hablar contigo.

La voz de ORYX es grave. Aunque a ORYX le gusta ser misteriosa y siempre tiende a dramatizar.

 Sin embargo el semblante de NAGA cambia: Su rostro duro parece ablandarse y ruborizarse ligeramente, no esperaba ese mensaje, no ahora con el ejército listo para partir, tampoco puede rechazar la “invitación”. NAGA no le teme a nada ni a nadie, solo y tal vez solo a MADRE.

La vieja vive en el interior de una montaña de donde rara vez sale. Los años la carcomen, aunque nadie sabe exactamente cuántos tiene. ¿Cien? ¿Doscientos? ¿Mil? Algunos dicen que es eterna como la luna, o las estrellas. 

Y que sus hijas e hijos se cuentan por centenares. Lo real es el poder que detenta: Sus oráculos y su magia son infalibles, los jefes de las tribus del interior escuchan sus consejos, príncipes y reyes se inclinan ante ella. Nadie osa cuestionarla y los que se atrevieron siempre se han arrepentido.

-Me acompañaras, PANTERA.

La orden de NAGA es tajante, no me deja lugar para negarme,  y ahora estoy segura de que tiene miedo (de otra manera hubiera marchado a esa infame montaña ella sola) Y es que también tengo miedo, porque a MADRE se le teme como se le teme a la oscuridad, o a la muerte.

Cabalgamos hasta la “muralla” de piedra negra que nos cierra el paso, luego ascendemos la pendiente a pie. Llegamos hasta una puerta que sirve de entrada a la gran cueva, la abrimos, entramos dentro de la montaña y luego la cerramos detrás de nosotras. ORYX nos esperara fuera. 

Tardamos en acostumbrarnos a la oscuridad. Caminamos torpemente por un pasillo largo, al final una luz nos sirve de guía. Debemos agacharnos para no golpear nuestras cabezas con las rocas del techo. Un hedor a humedad, putrefacción y centurias lo impregna todo, es como el olor que tiene la muerte. 

Las tinieblas comienzan a apartarse cuando llegamos a una gruta más grande iluminada por decenas de candiles y antorchas y espejos. Un agujero en la montaña deja entrever la luz del Sol y el color celeste del cielo.

 Continuamos caminando en silencio y descendemos por una escalera de piedra. Unas ratas chillan y se apartan ante nuestra presencia, la pared está decorada con cientos de huesos y calaveras humanas: Es que aquí debajo se realizan los sacrificios y la lectura de los augurios ocultos en las entrañas de los muertos. 

Dicen que una sacerdotisa llamada HAGISTA desafió a MADRE acusándola de blasfema, ya que nuestra Diosa, según ella, no tolera este tipo de sacrificios: Nadie volvió a verla.

Seguimos. Más adelante adivino una sombra que nos observa, llevo instintivamente mi mano al mango de mi espada, aunque afino la vista y reconozco la figura, no hay nada que temer: Es una de las adivinas ciegas que custodian a MADRE.

-MADRE las espera.

La profetiza camina delante nuestro, su andar es seguro, la oscuridad es solo una circunstancia para ella. Franqueamos la entrada a una nueva cueva y allí esta: Sentada sobre una roca que parece un trono, iluminada por las antorchas, envuelta en una túnica negra, tétrica de siglos y maligna, rodeada por una docena de mujeres, gira su cabeza súbitamente para observarnos y nos arroja una sentencia:

-Escucha muy bien esto que tengo para decirte NAGA: Evita enfrentar al egipcio de Abydos, ve contra faraón que la victoria será tuya.



99    RUMBO  A  JERICO
Por Karlos Dearma.

Marchamos a Jericó en busca de “amigos”. Aún no sabemos si los elamitas nos siguen. Por eso cuidamos de nuestras espaldas. Esto no va a quedar así: Mataré a ZIGGUR, solo que no es el momento. Debo recuperarme primero, reunir a mis acadios, urdir un plan, tal vez regresar a Mari. 

Buscaré reunirme con el jefe de los escitas IRAH, le conozco.

ZIMRI-LIN está más que satisfecho, también yo, después de todo estoy vivo. Las escitas cabalgan felices, cantan algunas canciones de guerra: El combate las excita, viven deseándolo, se regocijan en él y lo han tenido, lo buscan como cualquier raza de guerreros.

LOT va delante, lo envié a explorar. No vamos dando rodeos, necesitamos poner distancia de Hebrón y de los elamitas de AWAN, y eso es lo que estamos haciendo: El camino más directo.

Tal vez no solo me cargue a ZIGGUR, debería liquidar a SALMANASAR también. Pareció una buena idea unirme a él, no lo fue en lo absoluto.

-¡DUMUZI, tú y tus malas ideas!

continuará ...


jueves, 16 de julio de 2015

LA ISLA Y YO - CAPITULO VII - MISTERIO EN LA ARENA



LA ISLA Y YO – CAPITULO  VII - MISTERIO EN LA ARENA
Por Karlos Dearma.

Al día siguiente, cuando despierto, me doy cuenta que el Sol está muy alto. Quizás sea mediodía. ¡¿Cómo he podido dormir tanto?! Decido regresar a la costa: Debo hacerme de más enseres y, sobre todo, comida.

Recorro la treintena de metros que me separan del mar, esquivando las palmeras entre las que busque refugio, pateando cangrejos. 

Bajo a la playa. La arena me quema los pies, apuro el paso para evitar ese malestar y pronto estoy sobre el límite en donde las olas retroceden; más aliviado.

Un rápido recorrido visual alrededor cambia mi estado de ánimo. ¿A dónde han ido a parar las otras cajas? La marea no ha sido tan alta como para devolverlas al océano. Puedo divisar la línea de humedad a lo largo de la orilla. 

Miro a derecha e izquierda, escruto el cielo y horizonte marinos, y nada. ¿Será posible que hayan desaparecido?  Estaba seguro que habían quedado por aquí. O Tal vez esté equivocado, y mi cerebro y la memoria me estén jugando una mala pasada; camino hacia mi derecha en su busca.

El siguiente descubrimiento me altera: Encuentro huellas. Varias personas han estado aquí. ¿Acaso otros sobrevivientes? Entusiasmado corro tras de ellas, como quien persigue un premio, o un fantasma. Sigo el rastro hasta la espesura. Allí se pierden.

Una posibilidad se estrella contra mi mente y me detengo con el espíritu inquieto. Paralizado por el miedo, recuerdo ciertas historias acerca de los mares del sur y de las tribus melanesias. Relatos que hablan de náufragos y canibalismo.

Instintivamente retrocedo hasta la orilla, tropiezo y caigo, me levanto y vuelvo sobre mis pasos a la “seguridad” de mi refugio.  El peligro se cierne sobre mí. No tengo armas con que defenderme de ninguna amenaza.

Temblando me arrojo bajo mi tienda y cierro los ojos, la fiebre ha retornado. Unos minutos transcurren pensando en mi suerte. 

De pronto la selva se enmudece. No hay más ruidos de insectos, ni trinos de aves. Me incorporo e intento escuchar algo, lo que veo me horroriza: Un grupo de nativos armados con lanzas y aspecto feroz me vigila.

Alcanzo a ponerme de pie cuando siento un fuerte pinchazo en uno de mis glúteos. Un dardo esta clavado de manera profunda allí. Lo arranco e intento correr, alejándome de ellos: no puedo. Todo comienza a dar vueltas, no me es posible escapar, el veneno se apodera de mí. Grito por ayuda, solo para ver el rostro satisfecho de uno de mis cazadores, y pierdo la conciencia.

Unas horas después cuando despierto es de noche y estoy dentro de una olla de agua caliente, el calor me abrasa. ¡Me están cocinando vivo! Algunos hombres tocan sus tambores. Otros están cortando verduras. Un niño se acerca y arroja el contenido de una canasta dentro de la marmita. Toma una gran cuchara de madera  y prueba el sabor del guisado. Sonríe con satisfacción. 

Estoy a punto de transformarme en la cena, cuando un grupo de mujeres se hace presente. La música se detiene. Una gran hembra de semblante cabreado parece dirigirlas, los hombres la observan enfadados cuando pega el grito:

¡Dunga, dunga!-el resto de sus compañeras repite a coro ¡Dunga, dunga!- Es sabido el poder omnímodo del matriarcado en estas aguas. 

Unos muchachos me sacan del estofado y soy conducido a una choza. ¡Maravillosas mujeres, me han salvado la vida! Pero ¿por qué? Pronto recibo la visita de aquellos 120 kilos de carne trémula, grandes caderas y tetas.

Sonriente, la saludo y me presento:

Gracias, señora, mi nombre es López. La gorda me cae encima y grita: ¡Dunga, dunga!

Este capitulo se corresponde con la iniciativa de "El Circulo de escritores" llamada "Desafío: Escribamos una novela juntos"del cual participo. Obra Titulada "la Isla y yo". 

martes, 14 de julio de 2015

SETI, EL EGIPCIO /// Capítulos 96 y 97


96   VIAJE AL SUR
Por Karlos Dearma.

Mi abuelo HATTUSILLI está en preparativos, viajará al Sur, buscará a su amigo egipcio. En lo que a mí respecta he llegado a un acuerdo con LUWIYA: Me iré, y lejos.
  
-Iré a Ankuwa. Es uno de los últimos lugares en donde confiaría en encontrar a SESOSTRIS, si es que no se ha metido en problemas. Tal vez algún mercader asirio de la ruta de Alepo sepa algo de él. ¿Qué harás ahora que LUWIYA te ha dejado libre? ¿Recuperarás tu reino?

-En eso no me parezco a mi padre, ni a mi hermano, no es algo que me parezca importante, dejaré tranquilo con el gobierno a MURSHILLIS, lo quiso siempre más que yo, solo le haré saber a mi madre y a mi hermana que estoy con vida. Por razones obvias no me conviene hacerme presente en Hattusas.

-¿Quieres acompañarme? Viajaremos de incógnito a través de Hatti y directo a Ankuwa. Conozco algunos amigos discretos que podrían hospedarnos. Tengo que estar seguro de que el egipcio loco ese este sano y salvo. Solo así estaré tranquilo.

-No tengo nada mejor que hacer por ahora. Está bien por mí. No estará mal un viaje como este, seré una buena compañía, lo prometo.

-Me alegra saberlo, no esperaba otra respuesta, tenemos muchas cosas de las cuales hablar. ¿Qué harán ustedes amigos?

-Por supuesto que esta aventura ya ha acabado para mí, regresare con KIRA, he cumplido con lo que quería: Reunirles.

-Y por eso te estaré siempre agradecido amigo SAROK, ¡Los mil dioses de Hatti te bendigan! Me has ayudado a reencontrarme con mi nieto. También debo agradeceros a ti ARNUWANDA. ¿Qué harás?

-Les acompañaré un tramo de su camino, si no les molesta, como les conté tengo a mis parientes por allí.

-Eres bienvenido, si eres amigo de mi nieto, cuentas con mi amistad también.



97  AVARIS 
Por Karlos Dearma.

Avaris no es como cualquiera otra de las ciudades del Egipto. Carece de los elementos esenciales al culto, no hay grandes templos ni monumentos, el sacerdocio no tiene relevancia aquí pues la intención fue otra: Su pulso comercial se adivina en cada calle.

Su puerto es una de las entradas del delta y luego del Nilo. Comerciantes de todos los rincones del mundo están esperando su oportunidad: fenicios, helenos, sirios, luvitas, hebreos, y algún que otro asirio disfrazado. 

La ciudadela domina el panorama, desde ella los soldados vigilan atentos los movimientos de las naves. IB me refirió que los robos se habían vuelto un problema, en los meses pasados el gobernador ajustició a unos cuantos ladronzuelos colgándoles desde la muralla, y a la vista de todos, luego volvió la calma.

A KHUFU no le gusta el panorama, frunce la nariz a cada instante: Francamente el puerto huele bastante mal. 

Los cananeos continúan cargando la nave y para entretenerse cantan: “Alguien me ha dicho que eres una mujer solitaria, Alguien me ha dicho que suspiras por los marinos que surcan el ancho mar, ¿Habrá un espacio en tu corazón solitario como para mí?”. 

Más adelante cambian la cantinela: “Escucha muchacha que temes cruzar la mar, Somos hermanos del viento y somos hermanos del mar.Ven con nosotros: Solo los cananeos los secretos de las olas te sabremos contar”

-¿Te gusta la canción, SETI?

-Algo, parecen felices.

-Cantan bastante mal. No me gusta.

-Bueno, ¿Acaso esperabas a las sacerdotisas desnudas de Astarté? Son marinos, KHUFU, ten un poco de paciencia.

-Si siguen cantando así, de aquí a Fenicia, tal vez termine arrojándome al Océano: Volveré a Egipto nadando.

-Ja Ja Espero que no tengas que hacerlo KHUFU: Necesitarás brazos más fuertes de los que tienes. Y tal vez acabes dentro del estómago de un pez grande.

-¿Cuáles serán esos “secretos de las olas” de los cuales habla la canción?

-Su pizca de arrogancia y orgullo, los fenicios son así. No hay marinos que se les comparen y lo saben, solo tal vez los hombres del norte rivalicen con ellos y no veo ninguno por aquí.

continuará ...

miércoles, 8 de julio de 2015

SETI, EL EGIPCIO /// Capítulos 92, 93, 94 y 95


92   ISHME-DAGAN
Por Karlos Dearma.

-Debemos sacar a SALMANASAR de allí. ¿Cómo puede ser que las tropas mercenarias se hayan sublevado, SIN?

-Fue así, su excelencia. Usted conoce a su hermano, no se ha hecho querer por la tropa, se ha confiado demasiado de ellos. Le han traicionado, ni bien se dieron cuenta que no había Oro para pagarles. A duras penas conservamos Bersheeva con mis asirios, el resto se ha desbandado; salvo el impresentable de ZIGGUR.  Vine tan pronto pude a avisarle.

ISHME-DAGAN no parece muy conforme, ahora su hermano esta cautivo en Egipto donde la muerte le espera. A falta de otros candidatos es el único heredero natural al trono de Ashur. Pero no parecen ser esos sus planes:

-SIN, ve a Quirqunik. Busca a mi cuñado TIGLET-PILESER y dile que venga pronto, y que traiga a sus mejores asesinos: NINURTA y los suyos. Juntaré todo el Oro posible y ofreceré un rescate a los egipcios. Les daré tanto que ese TUTMOSIS no podrá negarse, sería un tonto si lo hiciera. Traeré a SALMANASAR de regreso. 

93   DESPEDIDA DE TEBAS
Por Karlos Dearma.

Los tebanos están eufóricos: La noticia de la captura del Rey asirio llego en un momento de fiesta. Un nuevo héroe es vitoreado en las calles, es mi amigo AMUN. 

También estoy alegre. Sé que viene en camino pero tal vez no le vea. Partiré pronto hacia el norte. No me gustan las despedidas pero algo parecido a eso es la comida que estamos teniendo en lo de AMENHOTEP.

-Brindemos por tu viaje, por la amistad y por nuestro amigo AMUN.

Bebemos nuevamente, y tal vez por última vez en mucho tiempo, la cerveza de USI. Mañana es el día de la partida, IB tiene todo listo. KHUFU nos acompañara: Ha conseguido convencer a IB de que le lleve con él, otro motivo para alegrarme. No está mal viajar con un amigo.

-¿Piensas ausentarte por mucho tiempo?-AMENHOTEP parece no resignarse a mi partida.

-No lo sé ahora, tal vez sí. Solo recuerda ese consejo que te di, no estaré cerca para protegerles si algo malo sucede.

-No debes preocuparte. Juzgo tu parecer como algo bastante poco probable. Aun así tomaré mis recaudos.

-Egipto está en peligro, créelo. La guerra en Nubia no ha terminado y los asirios no se estarán quietos con su rey cautivo. Espero que nuestros gobernantes sepan que hacer.


94   LA CONFIANZA DE NAGA
Por Karlos Dearma.

-TUTMOSIS se ha encerrado, le atacaremos. Quiero que juntes a todo nuestro ejército MENUNHOTEP.

-Los nuestros están listos. ¿Qué es lo que te ha dicho nuestra Diosa, NAGA? ¿Son propicios los augurios?

-Es tiempo, ha llegado el momento en que Faraón comenzará por arrepentirse de sus actos. Trae a URO y a sus guerreros. Dime PANTERA: ¿Vendrá TABARGA a tiempo?

-Mañana mismo estará aquí. Ha movilizado a los suyos. Lo has logrado NAGA, no sé como pero le has convencido.

-No fue difícil, si no vencemos, los egipcios se harán dueños de todo: Hasta de Meroe. Ahora esa vaca“sagrada”egipcia verá lo que podemos hacer los nubios.


95   LOS DIOSES PUEDEN SER GENEROSOS
Por Karlos Dearma.

Los soldados exhaustos se arrojan al río, un merecido refresco y un necesario descanso. En apenas unos días estaremos de regreso en Tebas. Entregaré a SALMANASAR y esperaré nuevas órdenes, tal vez pueda descansar. 

El Nilo parece ser tan eterno en su fluir como los dioses. Los hombres se divierten nadando en sus aguas, y también a costillas de ANKH. No puedo evitar reírme con ellos, y sus bromas. Mi amigo nubio no esta contento:

-¿Como pueden ser los Dioses tan generosos?

-Ja Ja Ja.

-...

-¡Abrid paso a la culebra negra de Nubia! ¡Eso es lo que se dice estar bien dotado!

-¡No es una culebra, es una cobra gorda!

-Ja Ja Ja.

-...

-¡Cualquiera podría usarla como carnada para pescar cocodrilos!

-Ja Ja Ja.

-...

-¡Lástima que ahora no le sirve de nada, de que vale si no tienes con quien usarla!

-Ja Ja Ja.

-¡Si no cerráis el pico de una vez os arrepentiréis malditos, les enviaré al fondo del Nilo como comida para los peces, lo juro!-ANKH esta a punto de perder la paciencia. Como su jefe y amigo deberé intervenir antes de que la cosa empeore.

-Ja Ja Ja.

-Un Pazuzu, se lo dije jefecito, a uste lo ha besao un Pazuzu.

-¡Calla, Mongo!  Deja de atormentarme con tus ideas.

continuará ...