El Amor… ese perro del infierno II
Por Karlos Dearma.
La mujer
temblaba como una hoja asustada: Nunca había matado a un hombre. El humo de su
cigarrillo aun la envolvía pero lo había escupido del susto. El arma en su mano
derecha ahora apuntaba al piso, hacia el cadáver y se había llevado la mano
izquierda a la boca, con la que tapaba su mueca de horror.
Ringo
Callahan seguía atado a su silla pero estaba vivo. Su visión, velada por la
sangre que había corrido sobre los ojos, estaba empañada. Aun así llego a
distinguir el cadáver de Nolan a sus pies. El balazo le había dado de lleno en
la cabeza y sus ojos sorprendidos estaban abiertos. Lo maldijo y quiso
escupirlo pero no pudo, luego giro intentando encontrar a su benefactora, a la
cual le daba parcialmente la espalda.
Al fin la
vio. Logro atisbar entre brumas a una rubia que lo observaba en una especie de
estado de shock. Al principio no la reconoció, o eso creyó. Luego las facciones
de la blonda comenzaron a hacerse más familiares hasta que pudo identificarlas:
¡Era Judith Langsner!
Hacía casi
un año que no la veía. Desde la misma fatídica noche en que su marido mafioso,
Peter “El Largo”, los había descubierto en la cama para luego morirse de un
ataque al corazón. ¡El pobre desgraciado! Luego se habían separado para siempre
o por lo menos esos fueron los términos. Se preguntó qué diablos estaba
haciendo allí, salvándole la vida, con un revolver humeante en la mano. Con voz
agitada, temblorosa, la viuda de Largo Burnett lo interrogo:
-Richard:
¿Estas vivo?
Ringo
queriendo reír mas tratando de evitarlo pues ello le causaba dolor puso su
mejor sonrisa de agradecimiento y le respondió:
-¡Diablos
gatita, claro que lo estoy! ¡Más que nunca! ¿Cómo rayos llegaste hasta aquí?
La rubia,
tratando de recuperar la compostura, se acercó más a él y finalmente pudo lograr
la mínima calma:
-¿Acabo de
matar a un hombre por ti y solo te interesa saber cómo llegue? Tengo mi auto allí
afuera y esperaba que fueras más educado, por ejemplo, dándome las gracias.
-Lo siento,
tu sí que sabes cómo sorprenderme, tienes razón. ¡Gracias! Te llevare de veraneo
adonde tú quieras y estaré solo para ti de ahora en más: ¿Te parece cariño?
La rubia
guardo el arma en su cartera y sonrió con un leve dejo de picardía mientras lo
ayudaba a desatarse. Luego le hizo de apoyo para que pudiera levantarse. Apenas
podía mantenerse en pie. Aun así pudo patear el cadáver de Walter Nolan con
furia, lanzándole algunas maldiciones.
Abrazados abandonaron la habitación y buscaron
la salida. El fresco de la noche ayudo a Callahan a despabilarse un poco.
Alcanzaron el auto de Judith, un Chevrolet del 47 color azul, subieron y la
rubia se puso al volante. ¿Cómo había llegado hasta ese lugar? La pregunta
rebotaba dentro de la cabeza de Ringo. La viuda Langsner, puso en marcha el
carro y adivinando la incógnita, hablo:
-Uno de los
hombres de “Largo”, un tipo llamado Setzer, comenzó a trabajar hace unos meses
para Nolan. Te conocía. Y conocía nuestra “historia” juntos. Fue el quien me
dijo lo que te sucedía, me hablo del escape de los matones de la prisión de
Folsom y también de la trampa que te tendió Rebeca. Como tenía sus recelos
hacia Nolan y me debía un favor de cuando trabajaba para mi marido, ayudo dándome
la información.
-¿Y te
arriesgaste solo por mí? Podrían haberte matado.
-Lo sé. Pero salió bien: ¿No es así? No he
dejado de pensar en ti, Richard, todo este tiempo. Es por eso que hice lo que
hice.
El Chevrolet
del 47 cruzo la noche de Kansas a toda velocidad salteándose varias luces rojas.
Un dolorido Ringo quedó pensativo. ¿Existía acaso la suerte? ¿Por cuánto tiempo
podría ocultarle su rastro a la muerte? Observo a Judith al volante, la rubia
se volvió para mirarle: No se dijeron palabra, no hacía falta. La ciudad forma
una especie de círculo: Un redondel de muerte con el sexo en su centro. En ese
lugar se hallaba atrapado Callahan.
Solo tal vez esta vez el amor, ese perro
del infierno, le había salvado la vida. Y de la manera menos imaginada.
Leer capitulo 3 ...
Ummm interesante, cada vez más. Nuevo personaje en escena. A ver que nos depara esta rubia. Un abrazo.
ResponderEliminarSiguen la aventuras seguramente, gracias por pasarte. Y Bueno que te guste la historia. Besin.
EliminarVaya, me ha sorprendido que esa rubia fuera la mujer de Peter el Largo.Está interesante y engancha este relato, seguiremos los pasos de Dearma y Callahan.
ResponderEliminarAbrazo, compañero.
ja ja Ok amigo, me alegra que te vaya gustando la trama. Pronto mas novedades. Abrazo.
EliminarUna rubia de cuidado. Veremos que forma va tomando la historia con el bueno de Callahan. Muy bueno Carlos.
ResponderEliminarQue tengas un buen fin de semana.
Rubias y morenas de cuidado. Callahan atrapado en el medio. Pronto mas episodios, Abrazos.
EliminarUn afortunado golpe de suerte para Ringo, bien por él. Veremos si consigue enderezar su porvenir de cadáver en potencia...
ResponderEliminarEstupendo, Carlos!! :)
Un abrazo.
Ja si, él sabe como ponerse en ese lugar. Gracias por comentar Julia. Te mando un besin. PD: Mitchum sigue preguntando y ya no se que decirle. Je
EliminarAinssss qué feliz me hace su interés...
EliminarTú crees que él sabría usar el whatsApp?? jajajaja
Gracias por hacernos de intermediario, Carlos. Si esta historia tiene algún futuro será gracias a tí :))