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miércoles, 20 de mayo de 2015

EL DIOS DEVORADOR


El Dios devorador
Por Karlos Dearma.

Soy un esclavo y tu (lector) puedes liberarme de los horrores que he vivido. Me explicaré. Fui atrapado por los engaños de un dios pérfido e innombrable (me da vergüenza admitir los motivos por los cuales caí en sus garras aunque en esto puedes creerme: Ya pague mí pecado con creces) 

He sufrido todas las vejaciones imaginables, más de las que cualquier ser humano soportaría; vivo en eterno sufrimiento, penando como un ánima, encadenado a su furia, soportando todas sus bajezas, sirviéndolo. Cuando envalentonado quise alzar mi voz para insultarle, el maldito devoró mi lengua. Cuando, mudo y altanero, le mire con resentimiento y odio, me arranco los ojos y para su sola diversión también mi sexo que luego arrojo a sus perros.

Antes que me quite las manos o el corazón o acabe transformado en una parodia enloquecida de hombre, te escribo estas palabras que debes leer con atención pues así consumaras mi acto de liberación.

Recuerda este nombre: -¡Senath Valpurgis!
Repítelo conmigo dos veces: -¡Senath Valpurgis! ¡Senath Valpurgis!
Dilo una vez más: -¡Senath Valpurgis!

Si seguiste al pie de la letra mis instrucciones, ha llegado el momento de darte las gracias: Pronunciando uno de sus mil infames nombres lo has invocado y llegado el  momento irá por ti. Eso es lo que me prometió pues ya está harto de mí y, si debo creerle, buscará una nueva víctima. 

La única esperanza que tienes es que las puertas estén bien cerradas y tú casa bendecida porque el maligno te acecha; tal vez y solo tal vez te salves pues suele perdonar a los locos y réprobos y quiero desearte algo, suerte. 

Trata de entenderme y no me odies por echar sobre tus espaldas esta maldición. Podría decirte lo siento pero no es así. Soy un cobarde y seré feliz, si la felicidad me cabe, cuando sea libre y haya escapado de sus abominaciones. Si puedes perdonarme, hazlo.

Y si no puedes, maldíceme.

26 comentarios:

  1. La maldición llega al lector jejeje, original historia. Tendré que bendecir mi casa, lo que dudo es que pueda ser inmune el temible ser a ese tipo de bendiciones, y en su lugar la maldición llegue rauda. Muy buen texto.
    Abrazo.

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    1. Debí haber puesto un cartel del estilo ... Advertencia: Se recomienda bendecir todas las estancias del hogar antes de leer este microrrelato de terror. Je je gracias amiga por comentar, Es bueno que te guste. Abrazos.

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  2. Original pero con mala leche, me salva mi agnosticismo!
    Saludos

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  3. Diablos, cuánta mala baba; parece que estoy leyendo a Palahniuk; ¡me encanta, joder!

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    1. Ja ja Podría ser categorizado como un "Relato de terror odioso". Saludos

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  4. Tremendo, Carlos. Una maldición directa para el lector, una genialidad. Me sumo al agnosticismo de Paola. Un malévolo placer, leerte.
    Abrazo, compañero.

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    1. Ok je je Si es malévolo el maligno no se ofende, Abrazos.

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  5. Que mala uva la tuyaaaaaaaaa.... jajajajaja. menos mal que no creo en esas cosas... ains.... el mal lo llevamos dentro cada uno, al igual que el bien y en esa lucha malgastamos nuestras vidas.
    Reme.

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    1. Si, acertaste con el diagnostico. De eso se trata en sus bases el cuento. El Bien y el Mal en el interior del ser humano. Tampoco creo. Besines.

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  6. Agggggg no me lo creo. Me has dado miedo, miedo del de verdad. Instintivamente he mirado la puerta. Genial. Un abrazo.

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  7. Ufff voy a mirar si esta cerrada la puerta, q miedito acabo de pasar, hasta nerviosa me puse, muy bueno Carlos!!
    Abrazo :))

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    1. Nada que un buen exorcista no pueda arreglar je, saludos amiga.

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  8. Me ha gustado mucho este relato Carlos, muy bueno lo de la maldición, en mi caso estoy inmunizado ya que soy un maldito hereje, ateo y descreído.
    Un saludo cordial.

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    1. Ja ja Ok, mejor así. me alegra que te guste. Saludos cordiales.

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  9. ¡Oh! ¡Qué relato más terrorífico! Me has creado una sensación de angustia que no creo que me deje dormir...

    Muy bueno. Me ha gustado un montón, aunque me hayas maldecido. Siguiendo la estela del final de tu historia, no sé si podré perdonarte, así que quizá me reserve la opción de maldecirte :P

    Comparto con mucho gusto. ¡Abrazo!

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    1. Maldíceme entonces amiga ja ja, gracias por comentar y compartir. Me alegra que te guste. Besines.

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  10. Inquietante relato, Carlos. Creaste una atmósfera macabra, casi como si ese demonio suspirara las palabras.
    Por suerte lo he leído de día.
    Abrazos!

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    1. Me halaga profe Rivolta, usted es un maestro en estas lides. Gracias. El relato habla de la dualidad del ser humano como habrás podido apreciar (lo comentaba con Reme mas arriba). El protagonista es un personaje maldito y cobarde. Vendió su integridad por un precio y un favor que no se atreve a revelar. Y el mal lo devoro. Lo único que conserva es su ser maligno. No tenes que preocuparte: Lamashtu te protege je je Un abrazo.

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  11. Sumaré los míos a la ya extensa lista de elogios cosechados, Carlos.

    Muy bien relato, viejo; breve, conciso, y con un pesimismo aceitoso que brota desde el brode del monitor.

    Me encantó.

    ¡Un fuerte abrazo!

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    1. Gracias amigo. Eres uno de mis mas sinceros críticos, un abrazo. Me alegra que te haya gustado.

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  12. Un relato inquietante que interactúa directamente con el lector, haciéndole partícipe, un personaje más, lo que le hace aterrador cuando descubrimos que al pronunciar el nombre leyéndolo, como nos dijo el desdichado protagonista, acabamos de invocar a un demonio que se supone vendrá a por nosotros. Un inteligente relato que pone los pelos de punta. Espero que la maldición no sea real. Cruzaré los dedos.
    Un saludo, Carlos.

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    1. Supongo que con cruzar los dedos es suficiente. No estaría de mas conseguir unos jarrones de agua bendita por si las moscas ... No es un intento de asustar a nadie (el terror no es lo mio) Era mas bien un experimento, me alegra que te haya gustado tanto. Un gran abrazo. PD: Hace un tiempo que no visito tu blog, te lo debo, ando de cierre de trimestres. :)

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  13. Tramposo! Me has jugado sucio!! Pero al menos, sé cómo pasarle la maldición a otro...

    Saludos desde el Kronoscopio!

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