48 LA BATALLA DE LOS TRES DÍAS
Por Karlos Dearma.
Avanzamos
sin dificultad. Mis tropas están en marcha.
La ciudad está a nuestra derecha, el desierto hacia la izquierda. El Nilo a la vista y delante, no será difícil
cortar las vías de escape de la ciudad. He colocado destacamentos a intervalos
regulares. Entrar o salir de Napata será
tarea ardua para quien quiera intentarlo.
¿Qué se propone SEBIOMEKAR? No da
señales, no nos ataca, parece no estar interesado. ¿Estará dentro de la ciudad o habrá huido?
Demasiadas preguntas sin respuesta.
KHUFU me acompaña en silencio, serio y muy
atento a todo lo que nos rodea: Desierto con dunas al Este, algunas colinas rocosas,
pequeños bosquecillos de datileras cerca del rio. No hay enemigos a la vista.
El Sol ya
está alto, el ejército listo para combatir. El ataque sobre la ciudad es
inminente. Solo resta alcanzar la ribera del río. Nos aproximamos lentamente y,
por primera vez en días, nos volvemos a encontrar con el Nilo. Todo parece
tranquilo, sus aguas color león transcurren lentamente, su visión da frescura.
Algunos animales huyen de nuestra presencia.
Ordeno a mis hombres desplegarse,
no quiero que nos tomen por sorpresa. Daremos de beber a nuestros animales
primero. Hombres y bestias están cansados pero aún no hay tiempo para el
reposo.
Los carpinteros y albañiles deberán comenzar a construir una
empalizada, un refugio ante posibles ataques. También improvisarán algunas
balsas para la vigilancia del río.
Coloco a la mitad de los arqueros sobre el
Nilo: Deben impedirle el paso a cualquier embarcación. Mando llamar a mis
capitanes. Antes de la reunión despacho a un mensajero para TUTMOSIS, es la
señal para el comienzo de la batalla por la ciudad. Organizo las patrullas
hacia el Este, y la vigilancia de la ciudad al Oeste. Los capitanes comienzan a
juntarse, doy las últimas órdenes, no puedo dejar nada librado al azar. Ahora
solo resta esperar al día de mañana.
KHUFU no
parece preocupado, lleva los partes para mis capitanes, trae novedades si las
hay. Nada significativo. Llega la hora de nuestras lecciones, el joven se hace
presente como siempre.
-¿Tendremos
nuestra charla hoy SETI?
-¿Y por qué
no?
-Me doy
cuenta que hay algo más importante hoy que mis lecciones.
-Tienes
razón KHUFU, los próximos días estará en juego algo muy importante, el destino
de esta guerra quizás. Pero hoy y ahora lo más importante son estas lecciones.
–Parece satisfecho y alegre con la explicación. Tal vez transcurran algunos
días hasta que tengamos la oportunidad de volver a sus lecciones. Ambos lo
sabemos.
-Quisiera
saber más de alguien que me nombraste en una de tus lecciones: SESOSTRIS.
-¿Hay algún
interés particular en él?
-Bueno solo
sé que es un guerrero y ha sido importante en tu vida, después de todo ahora
eres un guerrero y él tuvo mucho que ver.
-Tienes
razón. El viejo SESOSTRIS y sus historias, me enseño a combatir. De él recibí
las primeras lecciones con la espada. Le debo mucho a decir verdad. Mis padres
nunca demostraron ningún reparo con él, es más, a pesar de que querían
transformarme en escriba permitieron que me entrenara.
-Parece
extraño: ¿No es así?
-A decir
verdad, si lo es. En alguna época lo pensé, llegue a la conclusión de que las
personas pueden ser muy contradictorias:
Hasta mis padres.
-¿Viven aún?
-¿Mis
padres? Si, gracias a los dioses.
-¿Y
SESOSTRIS, vive?
-No lo sé.
Se marchó a Oriente hace unos años, tenía como una especie de nostalgia de
aquellas tierras, no quiso despedirse pero me dejo un mensaje de despedida. En
él me decía que me consideraba listo como guerrero y me deseaba lo mejor.
-Entonces:
¿Nunca más supiste de él?
-No.-Me
quedo en silencio. Algunos recuerdos vienen a mi mente, cosas que había
olvidado.
-Recuerdo
que me hubiera gustado viajar con SESOSTRIS a Oriente y conocer más del mundo,
quería irme, me sentí un poco solo después de su partida. Luego entre a la leva
del ejercito de faraón y aquí me tienes.
-Dicen que
todo sucede por algo, como la partida de SESOSTRIS, tal vez la muerte de mi
padre tenga un significado que aún no puedo descifrar.
Me quedo
nuevamente pensativo. Las palabras del niño me conmueven por su profundidad.
Tal vez sea la noche: Sabe cómo envolvernos con su manto oscuro de tristeza.
Será mejor interrumpir las lecciones de hoy, mañana será un día decisivo y lo
mejor es descansar. Se lo digo a KHUFU y parece estar de acuerdo.
continuara ...
¡Muchas gracias por tu visita y tu suscripción a mi blog Carlos! El tuyo me ha encantado, te sigo :)
ResponderEliminarAbrazos
Ok, Gracias Tulkas!!! Abrazos.
EliminarHola Carlos, Khufu ha demostrado sus profundos sentimientos, la tristeza de los recuerdos de su padre.
ResponderEliminarAbrazos!!
Son extraños los caminos por donde pueden llevarte los personajes de una novela, pareciera ser que logran ganar una cierta independencia de tu pluma y adquieren vida propia. KHUFU es un personaje que, simplemente, se cruzo en mi camino y de a poco tomo mucho protagonismo. El muchacho triste y valiente, el joven guerrero sin miedo.
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