56 LA SORPRESA DE NAGA
Por Karlos Dearma.
Los Egipcios
pelean bien pero los superan en número. Lenta pero ordenadamente retroceden. En
eso estamos cuando llego con los refuerzos. Lo mejor sería ordenar una
retirada: Debo ganar tiempo. Espero que TUTMOSIS envíe más tropas pronto.
Busco
a PEPI en el fragor de la batalla, es imposible verle. KHUFU debe de estar por
allí, en algún lado. Tengo poco más de medio millar de hombres y debo decidir
rápido.
Atacar, es
la mejor defensa. Doy ordenes, y los
capitanes aplican el plan: Sera una arremetida por el flanco izquierdo enemigo.
Los jinetes se ordenan en una formación abierta. A la señal salimos hacia el
frente: Nuestros caballos están cansados y nos esforzamos al máximo.
Cubiertos
tras nuestros escudos llevamos las lanzas al frente. Alrededor se combate con
fiereza. La caballería de los meroítas nos sale al encuentro: El choque será
fuerte. Lo es. Algunos jinetes caen de
sus caballos. Hombres y bestias se confunden.
Dije:
¿Hombres? Soy sorprendido.
¡La caballería
que nos ataca está formada enteramente por mujeres! ¿Será acaso la tropa de la
reina NAGA? La sorpresa deja lugar a la furia. Nuestras oponentes pelean bien,
la lucha es indecisa. Gritos, insultos, ruidos de metales. Mujeres y hombres
caen alrededor.
El tiempo transcurre, tal vez haya corrido media hora. Y
escucho el ruido de los cuernos sonar. El ejército egipcio está detrás de
nosotros. Al fin. Ahora los igualaremos en cantidad. Sin embargo algo
imprevisible comienza a suceder: La reina NAGA se retira, su ejército comienza
a dejar el campo de batalla. ¿Qué sucede? Nuestras tropas están exhaustas. No
podremos perseguirles, tal vez NAGA se ha dado cuenta. Y se guarda para otra
batalla. Ha conseguido levantar el sitio.
Ordeno a las tropas detener cualquier persecución. Busco a PEPI.
Unos minutos
después aparece sucio y cansado.
-Muy bien
SETI hemos sobrevivido a otra batalla. ¿Cuántas van?
-Unas
cuantas amigo. Aun intento entender a nuestra enemiga.
-Al fin
logramos medirnos con la reina NAGA. Casi acaba con nosotros. Por suerte
llegaste a tiempo. Supongo que no quiso arriesgar todo.
-Debemos
agradecer a TUTMOSIS. ¿Qué habrá sucedido en la ciudad?
-Pronto lo
averiguaremos. Quizás seas tú el que deba ir a averiguarlo SETI.
-Déjame
arreglar esto. Ve tú. Te seguiré en unas horas.
-Muy bien
General, allí te espero.
Tengo otro
interés en quedarme aquí. Mi discípulo KHUFU debe estar allí, en algún lugar.
Le conozco: No se ha perdido este combate. No aparece y esto me genera
inquietud, indagare con el capitán de la reserva. Espero que este vivo. Temo
por él: Es demasiado joven, para morir.
Mando a
llamar a los capitanes. La soldada se ha juntado para el recuento de los
heridos y las bajas: Demasiados. Sin embargo KHUFU no aparece. Se realiza un
recuento de los muertos, más de doscientos.
Debo verme en el penoso deber de
reconocer a los caídos buscándole, no le encuentro. Le busco entre los heridos,
tampoco está. ¿Qué ha sucedido con él? Ordeno un recuento de todos los
efectivos, incluyendo a las bajas. ¿Cuántos de los nuestros están
desaparecidos?
Transcurren unas horas, pero al fin, uno de
los capitanes me acerca los números: 12 de los nuestros no están. ¿Desertores?
¿Raptados y prisioneros? No es posible saberlo. Pongo en duda que un valiente
como KHUFU haya desertado. ¿El joven guerrero sin miedo un desertor?
Es una
idea que no puedo asimilar, muy difícil de creer para mí. Debo regresar a la
ciudad pero no puedo. Siento que estoy abandonándole a su suerte. A él y a los
otros.
Sin embargo
TUTMOSIS me manda a llamar. Pido un caballo, organizo a los capitanes. Ordeno
que me informen inmediatamente si mi amigo reaparece.
Y regreso a Napata.
Al pasar por
el campamento veo a la tropa más relajada, un aire de alegría sobrevuela el
lugar. Imagino: Después de todo aún están vivos. Pero hay algo más que no puedo
precisar.
Busco a TUTMOSIS, pregunto por faraón, un escriba me señala la
ciudad. Sigo mi camino y pronto descubro los motivos de alegría: “BEBTI ha
tomado la ciudad” me grita un viejo soldado, eufórico. También me trae alivio la noticia, muchos de
los nuestros habrán salvado sus vidas.
continuara ...
Hola Carlos, hubo sorpresa en la batalla con el ejercito femenino de la reina Naga, y la aparente deserción del valiente Khufu.
ResponderEliminarBuen día :)