52 ENMASCARADOS DESENMASCARADOS
Por Karlos Dearma.
BEBTI se
acerca sonriente, ha tenido un combate y la suerte nos ha acompañado. Los Guerreros negros han sido casi aniquilados. Tenemos
algunos prisioneros. URO escapo.
-Luces
satisfecho príncipe.-BEBTI sonríe:
-¿Tu no? Hemos
exterminado a esta basura.
-Su jefe, un
tal URO, ha escapado.
-Ya le
cazaremos. Lo importante es que logramos desenmascarar a estos farsantes
gracias a ti y de nuevo al joven KHUFU: ¡Te maravillarías de su elocuencia
frente a los soldados! Con solo mostrar ese pedazo de brazo y con su labia
convenció a la tropa, los saco de su miedo.
-Solo seguí
las indicaciones de SETI, mi príncipe.-KHUFU abusa de modestia. BEBTI sonríe:
-¿De dónde
salieron estos Guerreros negros?
-Es una
pregunta a la que aún no hallo respuesta. Tendremos que averiguarlo. SEBIOMEKAR
sumo más aliados a los ya conocidos. ¿Cómo está la ofensiva?
-TUTMOSIS
está atacando la ciudad. Se combate con fiereza. ZOSER presiona desde el Este
con su división.
-Sera mejor
que nos pongamos en marcha ya mismo. Regresemos a Napata, tal vez nos estén
necesitando.
Ordenamos
montar a la tropa. Sé que la amenaza de URO y los suyos ha sido neutralizada,
al menos momentáneamente. Iniciamos la marcha. Apuramos el paso para llegar lo
antes posible. Mis hombres son parte de la tropa de reserva. Hemos vencido al
miedo pero aun no ganamos la batalla.
Tan solo una
hora después llegamos al campamento. Las novedades son pocas: La batalla aun es
indecisa. Las tropas de TUTMOSIS y del General PEPI siguen combatiendo. Preparo
a mis tropas para entrar en combate. Infantería, arqueros y jinetes se arman, nada puede quedar olvidado al azar.
Espero las órdenes de TUTMOSIS para presionar sobre la ciudad si es necesario.
La tarde da sus primeros pasos entre la confusión de los preparativos. BEBTI
regresa con TUTMOSIS. Subo hacia una posición más alta para tener un panorama
más amplio de la ciudad.
A lo lejos observo una nube de polvo sobre la ciudad.
Las tropas se mueven como hormigas sobre su cueva, es imposible discernir desde
aquí el futuro de la batalla. ¿Qué se trae entre manos SEBIOMEKAR? La respuesta
a esa pregunta me obsesiona. No le creo lo suficientemente tonto como para
encerrarse en la ciudad. ¿Entonces qué?
Mejor enviar
patrullas hacia la retaguardia. Esta pasividad de nuestro contrincante me
resulta sospechosa. ¿De dónde más podría llegar un ataque? Tengo cubierto el
desierto por el Oeste, solo el norte podría darnos sorpresas. Regreso al
campamento, organizare la patrulla personalmente.
Hago correr a mi caballo, ni
bien llego envío a KHUFU por uno de mis jefes. En lo que parece unos instantes
se hace presente. Doy claras instrucciones a mi capitán: Debe evitar cualquier
combate, solo observar y reportarse. Se llevara una veintena de hombres. Los
reúno: Me aseguro de que cada uno de ellos entienda las órdenes. Cuando lo
estoy, los envío al norte. Les veo partir.
Tan solo
unos minutos después KHUFU se acerca haciendo señas. No le entiendo, decido
caminar hacia él. Se da vuelta y me señala el rio: Ahora los veo. Una decena,
no, una veintena de barcas avanzan por el Nilo desde el Oeste, quizás más. No
son egipcios. Estoy muy seguro de ello, nos atacan.
Ordeno dar la alarma. Las
tropas se aprontan, vamos a entrar en combate por segunda vez en el día. Los
arqueros preparan sus saetas y les ordeno buscar posiciones. Trataremos de
causarles los mayores daños antes de que bajen a tierra. Hablo con sus jefes:
Pondremos fuego en sus barcos. Voy hacia la orilla y trato de tener más
precisiones sobre el enemigo.
Los arqueros están listos, los fuegos encendidos,
falta poco para el choque. Observo acercarse a los barcos, los remos se mueven
rítmicamente, todo parece irreal pero en instantes nos estaremos matando unos a
otros. En sus cubiertas están formados los infantes cubiertos por escudos,
también tienen arqueros. Ordeno esperar un instante más, mejor tenerlos a buen
tiro.
-¡Cargad!
Los arqueros
encienden sus flechas y cargan sus arcos. Los barcos se acercan más. Ahora
puedo ver sus caras.
-¡Disparad!
Una lluvia
de saetas sale hacia el cielo. Y cae. En los barcos los guerreros alzan sus
escudos y se cubren de la lluvia. Algunas flechan impactan en las velas y
cubiertas. El fuego prende en algunas de ellas, veo a los tripulantes corriendo
para apagar los incendios. Algunos guerreros caen. Desde los barcos responden a
nuestro fuego, nos disparan, me cubro tras mi escudo y desde tierra volvemos a
golpear. Los barcos ahora se dirigen hacia nosotros.
-¡Atención
arqueros, prendedle fuego al primero de la fila!
Los arqueros
obedecen y disparan. En unos instantes el barco se vuelve una trampa de fuego.
Los guerreros saltan a tierra, algunos arden, y nosotros vamos por ellos armas
en mano. El combate cuerpo a cuerpo comienza. Se pelea de manera encarnizada.
Ruidos de metales, gritos, por dioses: En la confusión todo se mezcla.
El
panorama muestra en el río a varios barcos incendiándose, y hundiéndose. Y en
la ribera la arena cubriéndose de sangre. Les superamos en número.
Los
empujamos hacia el Nilo: Muchos de ellos no han conseguido poner pie aun en
tierra. Combatimos en el mismo río. Nuestros arqueros los siguen cazando de a
decenas. Esto solo puede terminar de una manera. Los Meroítas comienzan a huir,
algunos son arrastrados por la corriente junto con los cadáveres, otra
masacre.
En la orilla
opuesta los cocodrilos se arrojan al agua.
continuara ...
Hola Carlos, mas acción en este episodio, lluvia de flechas, y hasta cocodrilos al ataque woww.
ResponderEliminarFeliz tarde.