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martes, 27 de octubre de 2015

SETI, EL EGIPCIO /// Capítulo 124



124     UN TRABAJO PARA MUWATALLIS
Por Karlos Dearma.

Me he separado de mi abuelo, y de ARNUWANDA, ahora voy en camino a la ciudad de Alepo. Los campesinos me han indicado la dirección que debo tomar. Note desconfianza y miedo en sus rostros, no puedo culparlos: Mi aspecto es el de un guerrero a sueldo, parecido a los que utiliza EA-TESHUB para sojuzgarlos, lo que me entristece.  Tal vez sea mejor así, tal vez eso me ayude con mi plan.

Tránsito una comarca yerma, gastada por la guerra, asolada por la destrucción y la muerte.  No es un lugar agradable. Hasta mi caballo parece nervioso. A lo lejos diviso un grupo de árboles. Hacia allí me dirijo, no parece haber nadie más por aquí. Me servirá descansar un poco.

Bajo los árboles el paisaje cambia, se siente un poco más fresco, dejo descansar a mi montura. Un pequeño arroyuelo corre a unos pasos: Me servirá para llenar el pellejo, que cargo con agua, y darme un baño.  Mi caballo parece disfrutarlo, lo conduzco a través de la breve correntada. Esto me trae nuevos recuerdos: Arzawa.

Pero mi paz dura poco. Escucho a la distancia los cascos de una tropa de jinetes.  Monto y busco un lugar para observarlos mejor. Los veo: Media docena de guerreros bien armados. Pasaran de largo, les dejaré. Siguen su camino rumbo al sur. Será mejor que duerma un poco. Improviso un lecho. Será duro.

Adormecido, y dolorido pues mi cama ha sido de piedras, pero satisfecho con el descanso, medio día después sigo mi marcha. Alzándose sobre la llanura y a lo lejos diviso la blanca ciudad, de golpe y sorprendiéndome, como si fuera un espejismo. 

Decido apurar un poco la marcha, no puedo con mi ansiedad. De cerca veo movimiento en sus murallas. Mi presencia genera un hormigueo tras las almenas, las puertas están cerradas.
Me detengo en frente de ellas, los soldados me observan en silencio. Un centinela con cara de pocos amigos me grita:

-¿Quién eres y qué es lo que quieres?

-Mi nombre es MUWATALLIS y soy guerrero, me han dicho que tu Rey busca soldados. Tal vez necesite de los servicios de alguien como yo.

-No pareces gran cosa. ¿Te has afeitado alguna vez?

-¡Tú tampoco pareces gran cosa, bocón!, el último que me hizo esa broma perdió sus dientes en la arena.

-¡Ja! ¡Con que eres gracioso! Tal vez te arranque los tuyos.

-¿Por qué no dejas de rebuznar y traes a tu jefe?  Es con él con quien quiero hablar, no con su mulo.

Los soldados se miran entre sí. El asno se pierde de mi vista. Es entonces cuando veo regresar a la patrulla, los mismos seis de antes. Pero esta vez traen a alguien amarrado a un caballo. Se acercan más y les observo mejor. Parece una mujer campesina, joven y de mucha belleza, pero muy golpeada.  Se detienen cerca de mí, el que parece su jefe, un hombretón sucio y de aspecto cruel, vestido de cicatrices, me habla:

-¿Qué es lo que buscas por aquí, pordiosero?

-Eso a ti no te importa, pero te lo diré: Busco trabajo.

-¿No pensarás formar parte de nuestro ejército? Las niñas como tú no tienen lugar aquí. Será mejor que te marches.

-Lo pensaré… Uhmm. ¡Ya lo pensé: No aceptaré tu oferta!

-Creo que estoy perdiendo la paciencia contigo, niñata.

-Por lo que veo los elamitas no tenéis el más mínimo respeto por las muchachas,-decido dirigirme a todos, tal vez no me ayude mi insolencia y acaso termine muerto, pero me hará sentirme mejor enfrentarlos- ¿Acaso olvidaron que sus madres y hermanas también son mujeres? Pues les diré algo más: Esta muchacha me hace recordar a mi hermana y no me gusta la manera en que la tratan.

-Tú hermana debe ser una prostituta igual a esta. Debo decirte que hablas con mucha corrección y valor, hitita, pero no me conoces, tal vez termines muerto en poco tiempo, eso lo puedo arreglar.

El gigante bruto le hace una señal a los suyos, con la misma velocidad de un rayo un par de lanzas vienen volando a mi encuentro.

¡Vaya que son rápidos los desgraciados traicioneros! 

Logró ponerme a resguardo arrojándome de mi montura. Manoteo mi escudo y consigo desviar otra lanza. Dos de ellos arremeten con sus caballos, saco mi espada y se me vienen encima: Derribó al primero, tomo su lanza y acabo con el segundo. 

Otro par se me lanza torpemente encima: Los golpeo con mi escudo dejándoles sin sentido. 

Quedan dos. El último soldado me corre con su espada, chocamos metales pero no es tan bueno. Consigo dejarlo sin sentido de un golpe.  Ahora solo queda el jefe que se baja de su jamelgo y viene caminando lentamente por mí.

-¡Te mataré basura de Hatti! ¡Lo juro!

Golpea mi escudo con su hacha de guerra. Es fuerte. Vuelve a pegar una, y otra, y otra vez. No consigo devolverle ningún golpe pero noto su cansancio. Baja un tanto la guardia, el tiempo suficiente para atizarle duro con una lanza partida. ¡Acabaré con él! 

Cuando estoy a punto de lancearlo, y terminarlo, una fuerte voz me detiene:

-¡Alto!

Giro sobre mí, el elamita, que está desmayado en el piso, ya no es una amenaza. Observo a mis espaldas a otro grupo de guerreros que rodean a un hombre de aspecto severo. El del vozarrón me habla:

 -Me has impresionado lo suficiente guerrero. No quiero que le mates, ZIGGUR suele portarse como un imbécil pero me es de mucha utilidad. Mucho más que tú, desconocido, aunque te aceptaré entre los míos si es lo que buscas. ¿Te llamas MUWATALLIS?

-Así es y debes saber que cobro muy caro por mis servicios. ¿Quién eres tú? Si es que puedo saberlo.

El hombre de negros cabellos y barba reluciente sonríe malévolo. Dentro de las órbitas sus ojos brillan con furiosa maldad, como si el fuego de un infierno viviera en ellos. Todo en él es maligno. Algo parecido al miedo me recorre. Hace una pausa como masticando la respuesta y luego me contesta:

-Soy EA-TESHUB.

continuará ...  

martes, 20 de octubre de 2015

SETI, EL EGIPCIO /// Capítulos 122 y 123


122    SESOSTRIS
Por Karlos Dearma.

Ya no recuerdo como me metí en las tierras gobernadas por EA-TESHUB, un hombre al cual desprecio y temo y al cual preferiría evitar, a enfrentar. Quizás haya sido un sentido arriesgado del honor y la solidaridad aunque también fueron el odio que le tengo, y el miedo.

Ese hombre sanguinario cuyo nombre me aterroriza estuvo a punto de matarme, ese recuerdo terrible me persigue; solo los extraños designios de los Dioses me mantienen con vida. Es cierto que mi vocación por ayudar a los campesinos de esta tierra parece ser una causa noble y seguramente lo es; Pero no voy a engañarles: Es tal vez la única forma de conjurar ese miedo que me hostiga y acabar de una vez con él, matándole.

Hemos tenido suerte hasta ahora con esta pelea, lentamente les debilitamos sin arriesgarnos a una lucha abierta. Pero EA-TESHUB no es de los que se rinde fácil, le conozco. Luchará hasta el final. Ha traído más mercenarios y los soldados que lidero, antes, son labradores, pastores y artesanos; todos ellos valientes y hartos de la tiranía, sí. Pero no son guerreros de oficio y la pelea nos costará muchas vidas.

Es por eso que hemos hecho más amistades. Los reyes fenicios de la costa nos apoyarán con suministros y brazos armados. Mi contacto es un mercader fenicio llamado IB, espero su regreso de un momento a otro, con lo prometido. Antaño Alepo y su rey UTNAPISHTIM formaban parte de una alianza con Fenicia y Egipto. Luego EA-TESHUB rompió con ellos y se unió a Asiria. Si no ha recibido ayuda aún es porque su Rey marchó contra Egipto. Eso nos dio una ventaja.

A veces pienso que somos arrastrados por manos invisibles hacia una lucha que no es nuestra, en esos momentos me quiero convencer de que hacemos lo correcto. Hay una guerra más grande allí afuera y debemos tomar partido, o seremos aplastados.

Un contingente de soldados a sueldo pagados por los reyes de Tiro, Sidón y Ugarit está a dos días de camino. Son hititas al mando de un tal LIUMA. No me gustan los hititas, los he enfrentado antes cuando estaba en el ejército del faraón, pero ahora son mis aliados y espero que sean buenos guerreros. Es más: Sé que lo son.

EA-TESHUB ha pagado los servicios de un compatriota llamado MENEFER, lo que no me resulta simpático pues quizás deba enfrentarlos.  Pero así están las cosas. El viejo SESOSTRIS vuelve a empuñar la espada en nombre de otros.



123  ANKH, GOLPEANDO PUERTAS
Por Karlos Dearma.

Hemos llegado a Beersheva, logramos colarnos en la ciudad haciéndonos pasar por... haciéndonos pasar por mercenarios: El ingenioso plan de AMUN. Mi vida, y la de los dos tontos que están conmigo, vuelven a correr peligro. Esto está lleno de asirios… de ¡Asiria! ¿En dónde se metieron los mercenarios? Es lo que debemos  averiguar. 

¿Y a quien les parece que le encomendaron la tarea? ¡Al tonto de ANKH, o sea yo!

¡Es un plan magnífico! Busco una taberna. Tardo poco en encontrarla. Me siento en una mesa, todos me observan. ¡Claro! ¿Que podría hacer un nubio metido en este lugar? El tabernero me sirve vino, beberé y tomaré un tiempo antes de empezar a hacer lo que me encargaron. Afuera hace un calor del demonio.
Llamo al posadero y lo interrogo:

-¿Sabes en dónde están los soldados a sueldo? Busco trabajo.

El tipo me mira con una mezcla de rareza y lástima.

-Se han ido. ¿Acaso no sabes que ha sucedido? Luego de traicionar al asirio se marcharon con su Oro.

-¿Sabes en que dirección?

-Al norte. Parece que están juntándose en Jericó, o eso dicen. Han traicionado al Rey de Asiria y eso les va a costar caro, créeme. No es que me importe demasiado pero los asirios se vengarán.

Mejor para nosotros y la misión que nos ha tocado. Tal vez les convenga aliarse a Egipto ahora, sus cuellos penden de un hilo por culpa de un puñado de Oro. Apuro una jarra de vino, me despido del posadero dejándole unas generosas monedas en la mesa y dejo el lugar. 

Regresaré con mi amigo AMUN. Le gustarán las buenas nuevas.

continuará ...

martes, 13 de octubre de 2015

SETI, EL EGIPCIO /// Capitulo 121


121  EN EL PALACIO DE NIQMEPA
Por Karlos Dearma.

-Dime SETI: ¿Cómo es que conoces al Rey de Ugarit? Me has sorprendido.

-Simple, KHUFU: Hace añares, y en una época en que tenía solo algunos años más que tú, era un joven soldado en el ejército de AMOSIS. Me enviaron a estas tierras a combatir a los hurritas y a los asirios. De esa manera conocí a NIQMEPA. En aquella época los dos éramos jóvenes, y él no era Rey, combatimos a la par. Nuestra amistad viene de allí.

-¿Qué clase de hombre es?

-Bueno, solo puedo hablarte de él cuando era un hombre joven, hace años no le veo. Un tipo inteligente, alocado y valiente. Lucho por su reino y venció. Tiene mi respeto.

Recorremos el camino que nos lleva hasta el palacio de NIQMEPA, en sus mis mismas puertas IB se nos une. También se sorprende de mi amistad con el Rey de Ugarit. Espero que aún me considere su amigo y se alegre de verme: El poder cambia a las personas.

Entramos a palacio; un sirviente flaco y huesudo y con cara de hambre nos guía, NIQMEPA conoce la opulencia. Un lujo egipcio nos rodea. Al final de un largo pasillo una figura gruesa nos observa. Le reconozco: Es el Rey. Nos acercamos y cerca de él nos inclinamos levemente para saludarle:

-¡Por todos los Dioses, NIQMEPA! ¿Qué te ha sucedido? ¿Acaso te has devorado un toro tu solo?

-¡Sucio egipcio: ¿Te burlas del Rey?! Mandaré a unos esclavos a darte unos azotes, te los mereces.

-¿Cómo puede ser, acaso los dioses pueden ser tan crueles?  NIQMEPA, Tu panza ha crecido tanto que parece una cisterna de vino y tu culo esta tan gordo que no sentirías una flecha clavada en él.

-¡Aaah Ja Ja! ¡SETI, mi amigo, el tiempo pasa para todos!

-NIQMEPA; Es una alegría volver a verte, y no culpes al tiempo.

-¿Cómo pudieron pasar tantos años?–Nos unimos en un abrazo fuerte. Ahora creo reconocer en NIQMEPA al muchacho alegre de antaño.-

-Por favor NIQMEPA, no me aprietes tanto, me quitas el aire y no soy una de tus novias.

Hechas algunas presentaciones, nos invita a pasar a una sala con una mesa redonda en el centro. Una nube de esclavos la sirven, trayendo manjares de toda clase: El olor de la comida despierta mi apetito. Creo que seguiré engordando antes de entrar en acción.

Un grupo de muchachos, y junto con ellos LIZBETH, se hacen presentes. NIQMEPA los presenta como sus hijos: IBIRANU y YAGURUM. La joven LIZBETH ha cambiado sus ropajes y se ve más bella que hoy por la mañana cuando estaba vestida de polvo. KHUFU no le quita los ojos de encima, tengo que patearle por debajo de la mesa: NIQMEPA es mi amigo pero no sé si es un padre celoso. KHUFU entiende y sonríe cómplice. La joven propone un brindis:

-Padre, supongo que podremos brindar por tus ilustres visitantes.

NIQMEPA toma su copa y oficia de anfitrión. IB se pone de pie y pide un brindis por el Rey. Le imitamos. Nos sentamos y empezamos con la comida. El rey me ha invitado a sentarme cerca de él y no para de interrogarme. 

Los temas: Nubia y mi alejamiento del ejército de faraón. Le explico lo más brevemente y simple que puedo algo que es complicado de explicar, todos en la mesa escuchan con atención. Luego de un largo rato y cansado de responder a tantas preguntas, comienzo por hacerlas:

-Dime NIQMEPA: ¿Qué ha sido de nuestro amigo, UTNAPISHTIM?  Pensaba visitarle en este viaje a Alepo.

-¿Acaso no lo sabes, SETI?

-¿Qué es lo que debería saber?

-Fue asesinado hace unos años.-Quedo paralizado, y a la vez indignado y triste. UTNAPISHTIM era el más sabio de nosotros. Aprendí con él acerca de los misterios de las religiones del  Oriente, la astronomía de los sumerios, la medicina de Hatti. Había sido elegido por sus compatriotas como Rey de Alepo.

-Cuéntame NIQMEPA: ¿Cómo fue eso? ¿Qué es lo que sabes?

-Hace veinte años atrás, cuando SALMANASAR se entronizo en Ashur e inicio sus campañas militares, UTNAPISHTIM se decidió por la alianza con Egipto. Eso tú lo sabes, participaste de aquello. Cuando AMOSIS retiro a su ejército hace ya diez años, UTNAPISHTIM decidió conservar, como precaución, a sus contingentes mercenarios. 
Su plan era desmovilizarlos cuando el peligro pasara.

-Creo recordar algo de aquello. Le advertimos del peligro que entrañaba mantener a esa soldada inactiva.

-Es cierto. UTNAPISHTIM se confió demasiado y fue traicionado por sus soldados a sueldo. Uno de ellos llamado EA-TESHUB lo mató y tomó su lugar. Esto fue hace siete años atrás. El infame ese se alió luego con Mittani y Asiria, y nunca pudimos vengar su muerte. Hasta ahora.

-Dime IB: ¿Sabías tu esto? ¿Por qué mantienes relaciones comerciales con EA-TESHUB?

-Conocía la historia, SETI, desconocía de tu amistad con NIQMEPA y con UTNAPISHTIM, lo que no sabes tú es acerca de la rebelión en Alepo.

continuará ...

lunes, 5 de octubre de 2015

SETI, EL EGIPCIO /// Capítulos 119 y 120


119  AL RESCATE DE SALMANASAR
Por Karlos Dearma.

ISHME-DAGAN no está contento, ni siquiera el éxito de mi misión ha conseguido cambiar su semblante. He regresado de Quirqunik con lo que me pidió: TIGLET-PILESER, el guerrero NINURTA, un grupo de sus hombres, y Oro. Unos desconocidos con aspecto de guerreros sucios le acompañan. ISHME-DAGAN intenta explicar los motivos de su iniciativa:

-Sabéis porque están aquí. He decidido hacer lo posible por salvar el cuello de mi hermano, SALMANASAR. Juntaré todo el Oro posible y ofreceré a los egipcios un rescate.

-Ese tonto debió hacernos caso, su ambición le cegó.-NINURTA no simpatiza con mi rey, SALMANASAR le dejo fuera de la aventura (Al igual que al cuñado de mi jefe).-No debió darle la espalda a sus nobles. ¿Invadir Egipto? Solo a un loco como él podía ocurrírsele, y encima con un ejército mercenario. Deberías dejarle allí solo.

-Sé que tienes razón pero no puedo hacerlo. Es mi hermano y además es el Rey de Ashur. Debo rescatarlo.

-Me ha costado llegar hasta aquí: Supongo que tienes algo importante para ofrecernos.-La capacidad negociadora de TIGLET-PILESER es conocida, y este es el momento adecuado para hacerla relucir.- SIN ha sido de lo más escueto.

-Sé que debe haber sido difícil para ti superar los rencores pero has llegado y por eso te estoy agradecido. Y sí, estoy dispuesto a ser generoso con vosotros. Además me he procurado de nuevos aliados y son las personas que están hoy conmigo: Los enviados del Rey de Mittani. Les presento a SHUTTARNA, ARTATAMA y KIRTA.

ISHME-DAGAN me sorprende, no tenía idea de este nuevo plan suyo. ¿Enviados del Rey SHATTIWAZA de Mittani? Sabia de la presencia de mercenarios hurritas entre las huestes de SALMANASAR pero esta faceta del plan me era desconocida.

-Espero que hayáis traído Oro porque no creo que un ejército sea suficiente para liberarle.-NINURTA tiene razón.-

-SHATTIWAZA, mi rey,  ve a un amigo en problemas y está dispuesto a ayudarle. El poder egipcio no nos conviene a ninguno de nosotros, lo sabéis muy bien, debemos estar unidos para conjurarlo. No es ningún secreto para vosotros que mi Rey ayudo en su campaña al suyo. –SHUTTARNA es un diplomático y conoce el valor de las palabras dichas en el momento y el lugar adecuados. Todos le escuchan en silencio. –Lo único que nos queda es intentar rescatarlo, les acompañaremos.

-Creo que todos estamos de acuerdo en ese punto. Negociaremos con los egipcios y luego veremos cómo podemos debilitarlos. Partiréis lo antes posible. –ISHME-DAGAN da por terminada la reunión.



120 UGARIT
Por Karlos Dearma.

Ugarit, hace mucho desde la última vez que estuve por aquí, pues era solo un soldado, se parece en mucho a Tiro, aunque aquí todo es menor: La ciudad, el puerto, el comercio. Ello no quiere decir que su Rey haya descuidado la economía de la ciudad; Ugarit es casi tan rica como Tiro y su influencia comercial hacia el interior llega lejos, incluso hasta la tierra de los dos ríos.

 IB mantiene una relación de amistad con su Rey, le conocí: NIQMEPA gobierna la ciudad desde hace 20 años y ha entablado relaciones amistosas con casi todos los países vecinos, y aún más allá. No es de extrañar su pujanza.

Su hijo, y futuro sucesor, IBIRANU, es a la vez jefe de su ejército y su poderosa marina. YAGURUM, otro de sus hijos, le asiste en sus funciones como ministro y encargado de las haciendas. JEZEBEL, su hermana, es la reina de Ebla. Su otra hija LIZBETH presume de ser la mujer más hermosa del levante. 

Aún no la conocemos pero IB ha sido de lo más gráfico con respecto a su belleza, al punto de que parece enamorado de la muchacha. Incluso los marineros fenicios no hablan de otra cosa desde que llegamos a la ciudad, dedicándole loas en sus canciones. No han hecho más que despertar mi curiosidad.

KHUFU me acompaña a un paseo por la ciudad, los cananeos descargarán el barco, IB nos ha procurado dos caballos. Quedamos en volvernos a ver al anochecer. Los Ugaritas nos reconocen como egipcios por nuestra vestimenta y nos saludan al pasar. No es raro: Egipto tiene gran influencia aquí, y los allí nacidos somos respetados y queridos en Ugarit. La amistad entre los reyes de las dos naciones es conocida. 

El rey de Ugarit, con ayuda de AMOSIS primero y luego de TUTMOSIS, ha mantenido a raya al rey de Asiria. SALMANASAR no quiso tomar la ciudad, a sabiendas de que un asedio seria el fin de su ejército, debiendo contentarse con la alianza de Alepo para continuar con su expedición al Sur. 

En los siguientes días las mercaderías con destino a Ebla y Alepo serán cargadas en camellos, y proseguiremos nuestro viaje por tierra. Por ahora disfrutamos de la ciudad. El mercado parece ser un lugar muy animado pero la aparente tranquilidad se disuelve de pronto.

Un grupo de jinetes viene muy rápido en nuestra dirección, en destino de colisión con nosotros. La torpeza de uno de ellos es tal que embiste a KHUFU con violencia terminando ambos dándose por tierra, empolvados y golpeados. Me apeo de mi caballo para ayudarles, KHUFU parece estar raspado, pero bien. El otro jinete se incorpora con dificultad ayudado por su custodia, lanzando insultos en el lenguaje pesado de los ugaritas. Nos observa con desdén. Detrás de esa cara cubierta de polvo adivinamos un rostro femenino, bello.  Nos increpa:

-¿Acaso no me vieron? ¿Cómo podéis ser tan torpes? Casi me mato por culpa de ustedes.

 No puedo evitar lanzar una carcajada. Esa adolescente de lenguaje soez y maneras groseras no me asusta en lo más mínimo. Alguien debería de ponerla en su lugar, tal vez me toque a mí.

-Disculpad mi señora, debimos hacernos a un lado. Creo que fuiste imprudente, no tuvimos tiempo de evitarte. Espero que el daño no sea grave.

-Eres un insolente. ¿Acaso te burlas? ¿Quiénes sois? Les garantizo que seréis castigados.

KHUFU me mira con cara de sorpresa,… y fastidio, trato de no descostillarme de la risa.

-Mi nombre es SETI.

-¿SETI, El egipcio de Abydos?-La niña muda de rostro, ahora parece asombrada.

-El mismo. ¿Debo pensar en que has oído hablar de mí?

-¡Tu reputación te precede egipcio! Mi padre me ha hablado de ti, desde que era una niña.

-Me haces sentir viejo ¿Y quién es tu padre, si es que puedo saberlo?

-NIQMEPA, Rey de esta ciudad. Mi nombre es LIZBETH y esta noche los espero a cenar a ambos en el palacio para continuar con esta conversación, a mi padre le agradará mucho veros.

Ahora los sorprendidos somos nosotros. La joven vuelve a subir a su caballo y se aleja rápido con su comitiva detrás, haciéndonos un ademán a manera de saludo, y sin dejarnos lugar para contestarle.

continuará ...