121 EN EL PALACIO DE NIQMEPA
Por Karlos Dearma.
-Dime SETI:
¿Cómo es que conoces al Rey de Ugarit? Me has sorprendido.
-Simple,
KHUFU: Hace añares, y en una época en que tenía solo algunos años más que tú,
era un joven soldado en el ejército de AMOSIS. Me enviaron a estas tierras a
combatir a los hurritas y a los asirios. De esa manera conocí a NIQMEPA. En
aquella época los dos éramos jóvenes, y él no era Rey, combatimos a la par.
Nuestra amistad viene de allí.
-¿Qué clase
de hombre es?
-Bueno, solo
puedo hablarte de él cuando era un hombre joven, hace años no le veo. Un tipo
inteligente, alocado y valiente. Lucho por su reino y venció. Tiene mi respeto.
Recorremos
el camino que nos lleva hasta el palacio de NIQMEPA, en sus mis mismas puertas
IB se nos une. También se sorprende de mi amistad con el Rey de Ugarit. Espero
que aún me considere su amigo y se alegre de verme: El poder cambia a las
personas.
Entramos a
palacio; un sirviente flaco y huesudo y con cara de hambre nos guía, NIQMEPA
conoce la opulencia. Un lujo egipcio nos rodea. Al final de un largo pasillo
una figura gruesa nos observa. Le reconozco: Es el Rey. Nos acercamos y cerca
de él nos inclinamos levemente para saludarle:
-¡Por todos
los Dioses, NIQMEPA! ¿Qué te ha sucedido? ¿Acaso te has devorado un toro tu
solo?
-¡Sucio
egipcio: ¿Te burlas del Rey?! Mandaré a unos esclavos a darte unos azotes, te
los mereces.
-¿Cómo puede
ser, acaso los dioses pueden ser tan crueles?
NIQMEPA, Tu panza ha crecido tanto que parece una cisterna de vino y tu
culo esta tan gordo que no sentirías una flecha clavada en él.
-¡Aaah Ja
Ja! ¡SETI, mi amigo, el tiempo pasa para todos!
-NIQMEPA; Es
una alegría volver a verte, y no culpes al tiempo.
-¿Cómo
pudieron pasar tantos años?–Nos unimos en un abrazo fuerte. Ahora creo
reconocer en NIQMEPA al muchacho alegre de antaño.-
-Por favor
NIQMEPA, no me aprietes tanto, me quitas el aire y no soy una de tus novias.
Hechas
algunas presentaciones, nos invita a pasar a una sala con una mesa redonda en
el centro. Una nube de esclavos la sirven, trayendo manjares de toda clase: El
olor de la comida despierta mi apetito. Creo que seguiré engordando antes de
entrar en acción.
Un grupo de muchachos, y junto con ellos LIZBETH, se hacen
presentes. NIQMEPA los presenta como sus hijos: IBIRANU y YAGURUM. La joven
LIZBETH ha cambiado sus ropajes y se ve más bella que hoy por la mañana cuando
estaba vestida de polvo. KHUFU no le quita los ojos de encima, tengo que
patearle por debajo de la mesa: NIQMEPA es mi amigo pero no sé si es un padre
celoso. KHUFU entiende y sonríe cómplice. La joven propone un brindis:
-Padre,
supongo que podremos brindar por tus ilustres visitantes.
NIQMEPA toma
su copa y oficia de anfitrión. IB se pone de pie y pide un brindis por el Rey.
Le imitamos. Nos sentamos y empezamos con la comida. El rey me ha invitado a
sentarme cerca de él y no para de interrogarme.
Los temas: Nubia y mi alejamiento
del ejército de faraón. Le explico lo más brevemente y simple que puedo algo
que es complicado de explicar, todos en la mesa escuchan con atención. Luego de
un largo rato y cansado de responder a tantas preguntas, comienzo por hacerlas:
-Dime NIQMEPA:
¿Qué ha sido de nuestro amigo, UTNAPISHTIM?
Pensaba visitarle en este viaje a Alepo.
-¿Acaso no
lo sabes, SETI?
-¿Qué es lo
que debería saber?
-Fue
asesinado hace unos años.-Quedo paralizado, y a la vez indignado y triste.
UTNAPISHTIM era el más sabio de nosotros. Aprendí con él acerca de los
misterios de las religiones del Oriente,
la astronomía de los sumerios, la medicina de Hatti. Había sido elegido por sus
compatriotas como Rey de Alepo.
-Cuéntame
NIQMEPA: ¿Cómo fue eso? ¿Qué es lo que sabes?
-Hace veinte
años atrás, cuando SALMANASAR se entronizo en Ashur e inicio sus campañas
militares, UTNAPISHTIM se decidió por la alianza con Egipto. Eso tú lo sabes,
participaste de aquello. Cuando AMOSIS retiro a su ejército hace ya diez años,
UTNAPISHTIM decidió conservar, como precaución, a sus contingentes mercenarios.
Su plan era desmovilizarlos cuando el peligro pasara.
-Creo
recordar algo de aquello. Le advertimos del peligro que entrañaba mantener a
esa soldada inactiva.
-Es cierto.
UTNAPISHTIM se confió demasiado y fue traicionado por sus soldados a sueldo.
Uno de ellos llamado EA-TESHUB lo mató y tomó su lugar. Esto fue hace siete
años atrás. El infame ese se alió luego con Mittani y Asiria, y nunca pudimos
vengar su muerte. Hasta ahora.
-Dime IB:
¿Sabías tu esto? ¿Por qué mantienes relaciones comerciales con EA-TESHUB?
-Conocía la
historia, SETI, desconocía de tu amistad con NIQMEPA y con UTNAPISHTIM, lo que
no sabes tú es acerca de la rebelión en Alepo.
continuará ...
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