Villano número uno
Por Karlos Dearma.
Sentado en
su trono de hierro, el jefe parecía triste. La empresa funcionaba cada vez
mejor pero un dejo de insatisfacción le invadía, como si todo lo logrado no
fuera suficiente. Es lo que sucede cuando se lo quiere todo; un poco menos que
eso ya es motivo de abatimiento.
En aquel
preciso momento disparó una frase, con voz grave y gastada, que sonó fuerte en
aquella estancia lúgubre y pestilente, y que hizo a sus colaboradores mirarse
entre sí, consternados.
-Mi casa es
un pozo triste.
Ojos bien
abiertos, sorprendidos, de seres que buscaban dar una explicación a la evidente
depresión de su eterno líder, dieron paso luego a la más grande desazón.
Una pregunta que nadie se atrevió a formular
podía leerse en las caras de todos: ¿Y ahora, qué?
Le observaron. Rasco la superficie del apoya
brazos pensativo, su mirada parecía perdida en la distancia. El sitial en el
que estaba sentado le molestaba. Ni siquiera el dolor de los otros era suficiente
como para mitigar el propio.
Por primera
vez considero su trabajo demasiado para él. Le cruzo por la mente la idea del
retiro, anticipado y en su mejor momento, para dedicarse a otras cosas. Ahora
que se hallaba en la cúspide de su poder nadie podría decir que había
fracasado. Era una salida lógica.
Miró a su
escribiente y le ordenó tomar nota:
-Mis
queridos compañeros y subalternos: Ha llegado la hora de mi jubilación. Sé que
la noticia quizás sorprenda a muchos pero considero este momento como el más
indicado: Después de todo ya he dado todo de mí y ninguno de ustedes, espero,
debería sentirse defraudado.
Mientras hacía una pausa, como para pensar la manera de continuar con la misiva, aunque
también para intuir posibles reacciones, un grupo de aduladores lanzó al
unísono un gran suspiro complaciente y luego de ello vinieron los indulgentes aplausos.
No había
motivo de contradicción, hasta allí.
Los miro como esperando un silencio para
poder continuar; todos entendieron.
-Es por ello
que dimito con la satisfacción del deber cumplido y la convicción de haber
alcanzado lo que me propuse cuando comencé. Gracias a todos los hermanos por lo
dado. Es el momento de partir. Desde ahora me dedicaré a la poesía.
Al principio
nadie podía creerlo, luego los estupefactos reaccionaron. El público infernal entonces
se dividió ante la noticia: Los había abrumados y turbados, indignados y
entristecidos, aturdidos y espantados, enfurecidos y acongojados. Eso sí: Todos
asombrados. La pregunta general era: ¿Cómo podía ser?
Nadie
esperaba tal cambio en el infierno. El maligno tomando ese extraño derrotero,
que parecía imposible en él. El diablo continúo dictando:
-Viajaré por
el mundo siguiendo el camino de los malditos, visionarios, surrealistas y
beatniks. Me haré hermano de las metáforas y señor de los versos, me dejaré
llevar por las rimas. Los extrañaré.
Al día
siguiente los principales diarios se hicieron eco de la novedad, los más
condescendientes titularon: ¡Lucifer deja su trabajo para ser poeta!, ¡El
execrable abandona el liderazgo infernal por la poesía!
Los más conservadores apostrofaron: ¡Conmoción
mundial: El demonio se hará escritor!, ¡Las letras condenadas: Satanás se
dedicará a los versos!, los más crueles: ¡Dios salve a la poesía!
Una carta le llegó desde el lugar menos esperado. La breve nota decía lo siguiente:
-Señor del
Averno: He leído por ahí que deja su trabajo. Con pesar me resigno a creer en
la veracidad de la noticia. Sin ánimo de ofender, le deseo buena suerte: Es más
fácil hacer el mal que escribir un buen verso. Saluda a usted atte. GOD.
Al diablo no
le gusto.
Estupendo relato Carlos.
ResponderEliminarMe ha gustado la depresión melancólica del diablo renunciando a su trono para hacer lo que le gusta, escribir poesía. La carta de Dios no es muy alentadora, pero confío en su fuerza de voluntad para lograrlo. Cuando sepas el blog en el que va a escribir, danos el enlace…Jajaja.
La tristeza del villano y sus pensamientos, genial. Me ha recordado a la estupenda frase de Charles Montgomery Burns, que decía: “Daria todo lo que poseo por tener solo un poquito más”
Un abrazo.
No recordaba la frase del señor Burns. Dios no le tiene fé jeje, me alegra que te guste Oscar. Posiblemente me mande sus poesías, si valen la pena las publico en el blog jaja. Un abrazo grande amigo.
EliminarVaya con el diablo, toda una sorpresa que fuera precisamente él y además dejarlo todo por la poesía... Será consciente de que puede provocar hasta sentimientos hermosos? jejeje. Me encanta! Un abrazo :)
ResponderEliminarMe lo imaginaba más como un poeta melancólico y oscuro. Pero no descarto que se pase al romanticismo jeje. Gracias por comentar amiga, Besin :)
EliminarMuy bueno, Karlos, me ha gustado mucho tu relato. Pobre Satán, las depresiones y crisis existenciales son muy malas, jaja. Aunque si la poesía le otorga de nuevo la felicidad perdida, pues adelante, por mucho que hasta Dios quiera echarle tierra/hundirle ; )
ResponderEliminarAlguna vez le tenia que tocar el bajón: lo tiene merecido. Tal vez la poesía salve al mundo. UN gran abrazo, Ramón.
EliminarHola, me encantó!!!
ResponderEliminarEl final buenisimo, saludos
Gracias Mónica, y también por compartirlo. Me alegra mucho, Saludos.
EliminarGenial, sobre todo el final. Pobrecito tanto tiempo siendo el jefe, y lo único que quiere es la jubilación anticipada para escribir poesía.
ResponderEliminarUn besillo
ja ja si mi amiga, Está aún en duda la calidad de su poesía, es mas fácil hacer el mal que escribir unos buenos versos. Gracias, besin :)
Eliminarjejeje se nos ha vuelto tierno. =P Lo mismo le sale una poesía satánica alucinante. ;) Me ha encantado esta frase:" Es más fácil hacer el mal que escribir un buen verso". Muy bueno. ;)
ResponderEliminarUn abrazo.
Ja gracias Sole, no lo había pensado, digo, lo de la poesía satanica pero tienes razón. Quizás le saldría una veta poética interesante, ja!. Un abrazo amiga, gracias por pasarte.
EliminarMuy bueno Carlos, :)
ResponderEliminarDespués de una eternidad impartiendo el mal, bien merece cumplir su sueño, jeje
Un abrazo.
Capaz que si!!!, me alegra que lo hayas disfrutado. Saludos Irene, gracias por pasarte.
EliminarEl diablo deja su cargo en el infierno para dedicarse a la poesía y dios le lanza una puya que a este no le hace gracia. Un micro original sobre el villano por antonomasia de la literatura fantástica. Buena aportación, Carlos.
ResponderEliminar¡Abrazo, compañero!
Gracias, hermano de letras!!! Me parecía interesante lo de un GOD tirando chicanas. Me alegra tu comentario. Un abrazo grande.
EliminarUn cambio rotundo y trascendental. No me imagino al mismísimo ángel negro escribiendo poesía. Ahora ¡Eso si! como sea malo escribiendo versos leerle puede convertirse en un infierno.
ResponderEliminarAbrazo
jaja claro Francisco, poesía infernal para los condenados que lleguen a leerla. Abrazo.
EliminarBuenísimo, con un gran final. Nos tendrías que enseñar los poemas del Diablo, jeje, no me los imagino. Un beso, Carlos
ResponderEliminarDe un momento a otro quizas me los envie jeje, Un abrazo Chari, gracias por comentar y me alegra que te guste.
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