3 ESCARAMUZA
EN UN LUGAR LEJANO
Por Karlos Dearma.
AMUN
está impaciente. Es un excelente
guerrero, de los mejores de Egipto. Capitán de 100, lo conozco desde hace
largos años. Juntos, siendo muy jóvenes, nos entrenamos en el ejército de
AMOSIS. Ahora es mi segundo y marchamos rápidamente hacia Oriente tras la horda
descontrolada de SALMANASAR. Ceñudo se acerca cabalgando hasta mí.
- Espero
tener la oportunidad de matar yo mismo al demonio ese.
- Lo
alcanzaremos AMUN y tendremos su cabeza. Nuestros exploradores marcharon adelante
hace cuatro horas, pronto tendremos novedades.
- Lo único
bueno es que la Luna esta de nuestro lado. Es una ventaja que debemos
aprovechar.
- Seguro lo
haremos. Y no olvides que nuestra tropa es la mejor del Egipto, esa es otra
ventaja. –AMUN parece relajar su rostro
y asiente con su cabeza.
- En unas
horas amanecerá. Y el enemigo estará más que alerta.
- Los
hombres estarán listos. No van a defraudarnos.
Un jinete
desciende velozmente la colina delante de nuestra columna. Es uno de los
exploradores que regresa. Sin apearse del caballo me da su informe. La
retaguardia enemiga se encuentra a poca distancia de donde estamos, no más de
300 hombres saqueando una aldea de campesinos, distraídos en una borrachera
imprudente, abusando de los indefensos, violando mujeres. El desorden reina en
las filas de SALMANASAR. Sus soldados se entregan a una orgia demencial de
destrucción sin pensar en las consecuencias.
Su vigilancia esta relajada. Es
una oportunidad de sorprenderlos y no la dejaremos pasar.
Ordeno a mis
hombres para el combate, embestiré directamente sobre la aldea con mis jinetes,
los arqueros Nubios se encargaran de los centinelas, la tropa de AMUN les
cortara la retirada hacia Oriente. No hay más tiempo que perder.
Nos
acercamos sigilosamente. Dispongo a los hombres en sus puestos, algunos minutos
después todos estamos listos.
Doy la señal
a los Nubios y comienza el ataque.
-¡Adelante
guerreros de Egipto! … ¡Sin piedad para con los asesinos de nuestro pueblo!
¡Sabéis como hacerlo!
-¡Adelante!
… ¡Por Egipto!
Una nube de
flechas nos precede, los primeros enemigos caen hacia la muerte confundidos.
Los caballos arremeten con fuerza y mis soldados, hijos de campesinos la
mayoría y espadas en mano, siegan cuerpos. Los hombres de SALMANASAR mueren por
docenas casi sin reaccionar ni saber que los está matando. El combate se agota
pronto. Pero su jefe no aparece. AMUN les corta el paso a los que quieren
escapar. Algunos intentan rendirse. No toma prisioneros y necesito uno. Lo
busco.
¿Adónde esta SALMANASAR?
Continuara ...
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