HELENOS EN TROYA
Por Karlos Dearma.
La Guerra de
Troya ha despertado, en todas y todos aquellos que han leído los versos de
Homero, la imaginación heroica de muchas generaciones: El rapto de Helena por
Paris, los celos de Menelao y la ira de Agamenón, la expedición de los griegos
con sus barcos lanzándose al mar, los combates entre héroes y la valentía de
Héctor, los caprichos y el dolor de Aquiles ante la muerte de Patroclo, y, al
final, el pérfido caballo.
Pero antes de
continuar con esa historia es mejor que me presente. Nací como Francisco
Berazategui; mi padre era un humilde herrero, español de nacimiento, que dejo
su patria a fines del XIX para hacer la América. Cuando era niño me enseño el
oficio que, nunca pensé, ejercería en la vieja Micenas.
La historia
acerca de mi viaje en el tiempo pues tiene sus comienzos allí en la herrería de
mi progenitor. Fue cuando un extraño visitante se hizo presente buscando un
empleado para hacer reparaciones en la casa que rentaba a mis vecinos, los
Zubizarreta. El profesor Luis Drago tenía aspecto de loco y un poco chiflado
estaba, pero era un genio.
Mi padre le ofreció mis servicios, a cambio
recibiría algo de dinero y clases de ciencias.
Comencé por
estudiar con don Luis el idioma griego, una experiencia martirizante. Recibí
clases de matemáticas, física y otros muchos conocimientos científicos. No
entendía muy bien la utilidad de todo ello pero era joven, todo se aprende más
rápido y no se me ocurrió cuestionarlo.
Al cabo de un año
me había transformado en su asistente y según mi maestro estaba listo. Drago me mostró su “invento”: La máquina del tiempo. Sería el primer viajero que
regresaría al pasado. Me hablo de la trascendencia del hecho y de su
importancia para la ciencia; me convenció de que no había peligro para mi persona,
mintió. Sin embargo, yo acepté. Fui lanzado entonces hacia el pasado a la
velocidad de la luz, montado al ingenio creado por don Luis.
El aparato
resulto destrozado pero conseguí llegar a las arcaicas tierras griegas. Me
instalé en Micenas: Una gran ciudad amurallada, habitada por personajes
importantes, guerreros, comerciantes y grandes artistas de los que aprendí
mucho.
Trabajaba como artesano del metal y, en mi condición de tal, fabriqué
muchas de las armas que hirieron y mataron en aquella infame guerra. Es por eso
que su rey me arrastro tras de sí en su campaña contra Ilion: Le era útil. Me
vi entonces navegando la mar hacia unas tierras que, en aquel momento, me eran
extrañas, tras una guerra en la cual nunca quise participar. Sentí que, por su
tremenda importancia, no tenía alternativa.
Fui testigo de
cómo la orgullosa ciudad de Troya ardió. Acompañé a Menelao, en medio de la
destrucción, a la búsqueda de su amada Helena y en una oscura habitación de
palacio me sorprendió la verdad de tan ominosa matanza. No existía tal Helena
sino un joven y bello muchacho, travestido, llamado Helenos. Los griegos
siempre tuvieron gustos particulares en cuanto a lo sexual y Menelao no era una
excepción.
Cuando volví a
Micenas conseguí reparar la maquina pero nunca regrese a mi época. Siglos
después tuve una polémica con Homero en torno a esta rara cuestión. No me creyó en los siguientes términos: “Aun
si fueras un viajero del tiempo y hubieras sido testigo, como dices, no me
atrevería a cambiar la versión de los hechos por todos conocida, porque ello
traería una enorme vergüenza a todos los griegos”.
Por culpa del
honor y el orgullo heroico, la verdad sobre Troya termina siendo esquiva.
Este relato participa del concurso de relatos "La maquina del tiempo" organizado por "El Circulo de Escritores"
Muy bueno Carlos. Fascinante viaje a una epoca mitica, bien narrado, y con un final pese a ser sorprendente, del todo logico en aquella civilización.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias Oscar, me alegra que te guste y es cierto: Puede parecer sorprendente para algunos. Saludos amigo.
EliminarGenial viaje en el tiempo. ¿Para que regresar a tu época? teniendo otras ten interesantes. Y sí ya se sabe que cuando se viaja en el tiempo no se pueden trastocar los hechos. Me ha gustado mucho. Un abrazo.
ResponderEliminarClaro amiga!!! ¿Para que volver? Desde ya te digo que, si fuera el protagonista, tampoco regresaría. Como se dice por aquí "me cortaría solo" je je. Un abrazo, me alegra que te guste.
EliminarMuy bueno Carlos, está muy bien quedarse donde uno se sienta integrado y a gusto y si añadimos lo de sentirse útil, ya para qué volver? Te quedas y disfrutas. Me ha gustado mucho. Un abrazo
ResponderEliminarEs cierto Mercedes, seria lindo si fuera posible esto de los viajes en el tiempo. Una buena idea la de "El circulo de escritores". Podemos imaginarlo. Un beso grande y gracias, me alegra que te guste.
EliminarFantástica idea la de decidir quedarse allí donde le gusta. Ojala más de una vez lo pudiéramos hacer todos.
ResponderEliminarUn saludo
Si claro, pues estaría buenísimo. Me alegra que te guste la idea. Gracias, Un beso.
EliminarEs genial, lo comparto encantada.
ResponderEliminarUn beso.
Reme.
Gracias Reme, besitos y me llena de alegria que te guste.
EliminarExcelente relato, Carlos. Te deseo mucha suerte en el concurso.
ResponderEliminarUn beso
Gracias amiga. Te mando un beso.
EliminarUna interesante forma de ver esa parte de la historia. Estaría bien poder viajar en el tiempo, ¿verdad? Aunque no sé si sería lo agradable que puede parecer...
ResponderEliminarGran relato :D ¡Besos!
La duda siempre esta. Ver algo con tus propios ojos es genial aunque conocemos la historia y a veces es amarga. Gracias por comentar, bueno que te guste. Besines.
EliminarGenial relato de épico viaje en el tiempo. La verdad quedará sepultada junto a los conocedores de los verdaderos acontecimientos. Ameno, divertido y narrado con maestría. Un original texto que comparto con sumo gusto.
ResponderEliminar¡Abrazo, compañero!
Gracias amigo, que bueno. La verdad a veces nos llega "velada" por diferentes motivos. Se me ocurrió darle una posible versión de los hechos a este viajero del tiempo. Me alegra que te guste. Un gran abrazo.
EliminarMe ha gustado mucho tu relato, Karlos. Es muy curioso porque yo había tenido la misma idea para un personaje, la de Hel... –por no hacer destripe, jaja–. Vamos, que me ha encantado ; )
ResponderEliminarBien !!!, cuando lo tengas avisa. Saludos y gracias por comentar.
EliminarExcelente reinterpretacion de la guerra de Troya. Muy original.
ResponderEliminarSaludos
Gracias Yolanda, me pone contento que te guste. Besin.
EliminarTe vino bárbaro el tema del concurso para tus conocimientos de historia!
ResponderEliminarUn viaje muy interesante y un cambio curioso. Muy buen relato, Carlos, muy logrado. El título del relato cobra un sentido original tras el giro.
Un abrazo.
Siii me encanto la idea del viaje en el tiempo, aunque tome una historia épica para el relato y su transformación. El tema de la verdad histórica a veces es puesta en duda (alguno mas escéptico piensa que "todo" es mentira en historia) Esto es literatura y me puedo tomar estas licencias. Un abrazo.
EliminarMuy bueno,no me gustaría viajar en el tiempo,ya me angustiaba bastante de chico cuando miraba el túnel del tiempo.Lo interesante de tu escrito es el modoy la originalidad en el cual rescatás lo clásico!
ResponderEliminarGracias Eric, que bueno te guste. También miraba el túnel del tiempo (tenia algo de eso, casi siempre la erraban con la época o algo así) aunque no me provocaba el mismo rechazo. Un abrazo.
EliminarMuy original, Carlos, pobre chico, no me hubiese gustado nada estar en su pellejo pero algo me hace pensar que a ti sí!
ResponderEliminarPodría ser lo de prender la maquina del tiempo y rajar a otras épocas (estoy un poco cansado de esta ja) Saludos y gracias por pasarte.
Eliminarjajajaja, muy bueno Carlos. Eso de Helenos me ha sorprendido aunque tú, como profe de historia, seguro que tienes algún dato por ahí que lo pueda confirmar. Me gusta la idea del travestismo en la antigua Grecia, es genial. Sexualmente eran muy libres y eso es (como dicen acá) ¡¡¡GROSSO!!! Es ¡¡¡GROSO!!! también el relato ;) Me ha parecido excelente. Historia, humor, ciencia y ficción. Muy entretenido. Un abrazo enorme
ResponderEliminarLo de Helenos es una ocurrencia mía, solo literatura:¿Que pasaría con Homero y los griegos si la historia esta fuera cierta? Vaya Calamidad je je Pensarlo es algo que roza mas lo humorístico y prefiero leerlo de esa manera. O es lo que pienso acerca del honor y orgullo heroico: Puede ser risible. Con respecto a lo literario andaba con la idea de una historia con un inmortal y su "versión" acerca de ciertos hechos del pasado (lo de Helenos no es tan nuevo, me estaba dando vueltas), paso lo del concurso y apareció la maquina del tiempo: Lo cambie por un mortal viajero del tiempo y así nació esta historia. Me alegra que te hayas divertido con ella. Besines.
EliminarMuy bueno!!!
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias Skuld, Saludos y te doy la bienvenida a mi blog.
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