72 EN ALGÚN LUGAR DE ARZAWA
Por Karlos Dearma.
La labor del
campesino es muy sacrificada y agotadora. Puede comenzar antes que salga el
Sol. Se prolonga durante todo el día, a veces almuerza en los campos y el
trabajo sigue hasta que las últimas luces de la tarde se apagan. Es entonces
cuando llega la hora del descanso. La más grande satisfacción llegara el día
después de la cosecha, si el año ha sido bueno.
La tierra
puede ser agradecida con los hombres… pero también ingrata.
He tomado la
azada por voluntad propia, ayudare a SAROK, me gusta esta vida. Pero allá
afuera hay una guerra y parece difícil que pueda dejarme vivir en “paz”. Es
solo una cuestión de tiempo que sus mensajeros vengan a buscarme. Soy un
guerrero y trato de evadirme. Lo sé muy bien: No lo lograré.
Mientras tanto
disfruto de esto.
Trabajamos
el campo, desmalezamos, quitamos rocas. SAROK canta viejas canciones que me
enseñaron de niño. Silba tonadas alegres: Él es feliz.
¿Y
MUWATALLIS? O sea Yo. Soy una nube negra de las que trae tormenta.
Pero por el
camino otra nube parece acercarse a la finca, el polvo levantado por un jinete.
SAROK interrumpe la tarea y toma su lanza. Imito su actitud y busco
instintivamente mi espada. El montado se acerca cada vez más a donde estamos.
Creo reconocer esa silueta, si no me equivoco es… ARNUWANDA. ¡Al fin! Cuando
nos ve disminuye su trote y se acerca más lentamente. Su semblante es sombrío,
casi se detiene sobre nosotros.
-¡Saludos!
-¡Saludos
ARNUWANDA, loados sean los mil dioses de Hatti! Hace tiempo esperábamos tu
regreso.
-Podía
imaginarlo MUWATALLIS. No pude regresar antes, fui hecho prisionero por los
luvitas, y logré escapar.
-Me alegra
que estés bien amigo.
-Gracias.
Tengo noticias, debemos hablar a solas. Espero no incomodarte SAROK.
-Por mí no
hay problema, iré hasta la casa. Allí los espero.
73 EL REGRESO DE SALMANASAR
Por Karlos Dearma.
-Deben de
ser unos quince mil hombres. Mañana estarán aquí.
-Sacaremos
de aquí a los lugareños, mandaré a AZIRA con ellos. Tú te llevaras al grueso de
la división y cuidaras de los campesinos, ve hacia el delta. Partiréis lo antes
posible.
-¿Acaso
estás pensando quedarte aquí a enfrentarlos? Porque si ese es tu plan me parece
de una completa estupidez.
-Debo
retrasar a SALMANASAR, un día o dos. Les daré tiempo para escapar, y avisar a
Tebas.
-¡Al diablo
con Tebas! ¿Acaso estás loco AMUN? A TUTMOSIS no le importara si perdemos
Goshem. Debe estar tomando el Sol y acostándose con sus concubinas en Nubia.
¡Que regrese y enfrente él mismo a la cucaracha esta! Rajémonos de aquí todos
juntos.
-No puedo
hacer eso ANKH. Alguien debe detener al asirio. Y no veo a ningún otro
candidato por aquí.
-No me
vengas con bromas, nunca fuiste chistoso. ¿Es alguna clase de suicidio? AZIRA
no es tan mala.
-Ja. Estoy a
cargo de esto, es mi responsabilidad: Enfrentaré a SALMANASAR y a su horda.
-Si es así
nos quedaremos aquí contigo, mis nubios saben pelear y...
-No dará
resultado, lo sabes. No sirve que mueran todos aquí. Con unos cuantos guerreros
basta, les comandaré. Partirás, tú estarás al mando de la retirada ANKH.
-¿Acaso me
están dejando afuera de algo? Porque si es así lo quiero saber ya mismo.
AZIRA hace
su aparición y, como siempre, está dispuesta a dar su opinión.
continuará ...
Las piezas se siguen moviendo en este juego por la supremacía de la región. Mutawallis, la nube negra que trae tormentas. La aventura continúa.
ResponderEliminarFeliz martes Cralos!!