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viernes, 30 de enero de 2015

CINEMA


Cinema
Por Karlos Dearma.

“Si tienes pensado tocarme el culo, no empieces lo que no puedes acabar”: la marquesina brillaba en la noche del otro lado de la calle. La observo por unos segundos preguntándose si la película sería buena, luego giro buscando un lugar en donde sentarse un rato a esperar que amaine un poco el temporal, llovía a cantaros y era temprano. Pensó: “¿A quién más se le ocurre salir solo una noche así, sin un plan? Soy un tonto.” Se consoló con que era sábado. Nadie había respondido de manera positiva a sus llamadas; todos sus amigos tenían algo que hacer esa noche, parecía difícil de creer o entender pero a veces es muy fácil estar solo en el mundo.

Entro al bar de la mitad de la cuadra, se sentó en una mesa que daba a la calle y dejo el paraguas a un lado; pidió un whisky; pago y lo tomo solo, con su mal genio. Miro hacia la vereda de enfrente: Unas personas corrían hacia la puerta del cine, escapando de los baldazos de agua que caían del cielo. 

Encendió un cigarrillo. En el bar eran unos pocos. El barman que hacía las veces de mozo, una pareja que conversaba animadamente, un borracho dormido con una botella de whisky vacía sobre la mesa, cuatro tipos jugando al billar, una mujer sola que le sostuvo la mirada. 

Tendría unos cuarenta años o quizás un poco más. Llevaba un vestido negro apretado, cabellos teñidos de rubio y abundante maquillaje. Sonrío para él, abrió su cartera y saco un paquete de cigarrillos. Tomo uno con sus labios, lo encendió de manera muy sensual y aspiro.  Luego lanzo el humo hacia arriba acompañándolo con la mirada, la bajo para volver a sonreírle. Pensó, “Quizás no sea tan mala mi noche”.

Fue hasta su mesa, saludo y lo invitaron a sentarse. Cambiaron algunas palabras, tomaron otro trago, combinaron el precio y luego se levantaron. El barman observo la escena y siguió en lo suyo, a nadie más en el bar le intereso lo que sucedió después. 

Salieron juntos, cruzaron la calle abrazados debajo del paraguas y enfilaron hacia la ventanilla; pagaron y entraron al cine. 

Nota: Este microrrelato participó del concurso FRASELETREANDO de la comunidad "Almas de bibliotecas y cines".
"La frase de la consigna es “Si tienes pensado tocarme el culo, no empieces lo que no puedes acabar” de la serie televisiva “HOUSE MD” protagonizada por Hugh Laurie.

7 comentarios:

  1. Hola Carlos.
    Es un buen micro pues el final deja al lector continúe la historia.
    Una historia más de tantas que ocurren en una noche. Me gustó.
    Abrazo.

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    1. Gracias Ricardo, es cierto, quise dejar un final abierto. Una historia de soledades urbanas. Abrazo.

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  2. Muy buen relato, Carlos. Me gusta el clima gris y nostálgico que has creado para aportarle después una chispa de luz con un final más amable y abierto a interpretación. Yo creo que ese sábado terminó bien para ambos :)

    Un abrazo y suerte en el concurso!!

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  3. Si Julia, Gracias por comentar. Una historia de soledades que se juntan. La soledad es uno de los males de nuestra época: ... "a veces es muy fácil estar solo en el mundo" ... y eso a pesar de todos los recursos tecnológicos disponibles. Abrazos!

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  4. Me gustó el ambiente que generaste para esta historia, una noche que empieza sin muchas expectativas para el personaje, pero que termina con algo interesante para pasarlo bien. Muy bueno Carlos.

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    1. Si, me pareció interesante lo de pagar para que le acompañen al cine. Una historia de soledades con final abierto. Saludos y gracias por comentar.

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  5. Buen relato, bien ambientado y como dices con un final abierto.

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