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lunes, 16 de febrero de 2015

SETI, EL EGIPCIO /// Capitulo 52


52    ENMASCARADOS DESENMASCARADOS
Por Karlos Dearma.

BEBTI se acerca sonriente, ha tenido un combate y la suerte nos ha acompañado. Los Guerreros negros han sido casi aniquilados. Tenemos algunos prisioneros. URO escapo.

-Luces satisfecho príncipe.-BEBTI sonríe:
-¿Tu no? Hemos exterminado a esta basura.
-Su jefe, un tal URO, ha escapado.
-Ya le cazaremos. Lo importante es que logramos desenmascarar a estos farsantes gracias a ti y de nuevo al joven KHUFU: ¡Te maravillarías de su elocuencia frente a los soldados! Con solo mostrar ese pedazo de brazo y con su labia convenció a la tropa, los saco de su miedo.

-Solo seguí las indicaciones de SETI, mi príncipe.-KHUFU abusa de modestia. BEBTI sonríe:

-¿De dónde salieron estos Guerreros negros?
-Es una pregunta a la que aún no hallo respuesta. Tendremos que averiguarlo. SEBIOMEKAR sumo más aliados a los ya conocidos. ¿Cómo está la ofensiva?
-TUTMOSIS está atacando la ciudad. Se combate con fiereza. ZOSER presiona desde el Este con su división.
-Sera mejor que nos pongamos en marcha ya mismo. Regresemos a Napata, tal vez nos estén necesitando.

Ordenamos montar a la tropa. Sé que la amenaza de URO y los suyos ha sido neutralizada, al menos momentáneamente. Iniciamos la marcha. Apuramos el paso para llegar lo antes posible. Mis hombres son parte de la tropa de reserva. Hemos vencido al miedo pero aun no ganamos la batalla.

Tan solo una hora después llegamos al campamento. Las novedades son pocas: La batalla aun es indecisa. Las tropas de TUTMOSIS y del General PEPI siguen combatiendo. Preparo a mis tropas para entrar en combate. Infantería, arqueros y jinetes  se arman, nada puede quedar olvidado al azar. 

Espero las órdenes de TUTMOSIS para presionar sobre la ciudad si es necesario. La tarde da sus primeros pasos entre la confusión de los preparativos. BEBTI regresa con TUTMOSIS. Subo hacia una posición más alta para tener un panorama más amplio de la ciudad. 

A lo lejos observo una nube de polvo sobre la ciudad. Las tropas se mueven como hormigas sobre su cueva, es imposible discernir desde aquí el futuro de la batalla. ¿Qué se trae entre manos SEBIOMEKAR? La respuesta a esa pregunta me obsesiona. No le creo lo suficientemente tonto como para encerrarse en la ciudad. ¿Entonces qué?

Mejor enviar patrullas hacia la retaguardia. Esta pasividad de nuestro contrincante me resulta sospechosa. ¿De dónde más podría llegar un ataque? Tengo cubierto el desierto por el Oeste, solo el norte podría darnos sorpresas. Regreso al campamento, organizare la patrulla personalmente. 

Hago correr a mi caballo, ni bien llego envío a KHUFU por uno de mis jefes. En lo que parece unos instantes se hace presente. Doy claras instrucciones a mi capitán: Debe evitar cualquier combate, solo observar y reportarse. Se llevara una veintena de hombres. Los reúno: Me aseguro de que cada uno de ellos entienda las órdenes. Cuando lo estoy, los envío al norte. Les veo partir.

Tan solo unos minutos después KHUFU se acerca haciendo señas. No le entiendo, decido caminar hacia él. Se da vuelta y me señala el rio: Ahora los veo. Una decena, no, una veintena de barcas avanzan por el Nilo desde el Oeste, quizás más. No son egipcios. Estoy muy seguro de ello, nos atacan. 

Ordeno dar la alarma. Las tropas se aprontan, vamos a entrar en combate por segunda vez en el día. Los arqueros preparan sus saetas y les ordeno buscar posiciones. Trataremos de causarles los mayores daños antes de que bajen a tierra. Hablo con sus jefes: Pondremos fuego en sus barcos. Voy hacia la orilla y trato de tener más precisiones sobre el enemigo. 

Los arqueros están listos, los fuegos encendidos, falta poco para el choque. Observo acercarse a los barcos, los remos se mueven rítmicamente, todo parece irreal pero en instantes nos estaremos matando unos a otros. En sus cubiertas están formados los infantes cubiertos por escudos, también tienen arqueros. Ordeno esperar un instante más, mejor tenerlos a buen tiro. 

-¡Cargad!

Los arqueros encienden sus flechas y cargan sus arcos. Los barcos se acercan más. Ahora puedo ver sus caras.

-¡Disparad!

Una lluvia de saetas sale hacia el cielo. Y cae. En los barcos los guerreros alzan sus escudos y se cubren de la lluvia. Algunas flechan impactan en las velas y cubiertas. El fuego prende en algunas de ellas, veo a los tripulantes corriendo para apagar los incendios. Algunos guerreros caen. Desde los barcos responden a nuestro fuego, nos disparan, me cubro tras mi escudo y desde tierra volvemos a golpear. Los barcos ahora se dirigen hacia nosotros.

-¡Atención arqueros, prendedle fuego al primero de la fila!

Los arqueros obedecen y disparan. En unos instantes el barco se vuelve una trampa de fuego. Los guerreros saltan a tierra, algunos arden, y nosotros vamos por ellos armas en mano. El combate cuerpo a cuerpo comienza. Se pelea de manera encarnizada. Ruidos de metales, gritos, por dioses: En la confusión todo se mezcla. 

El panorama muestra en el río a varios barcos incendiándose, y hundiéndose. Y en la ribera la arena cubriéndose de sangre. Les superamos en número. 

Los empujamos hacia el Nilo: Muchos de ellos no han conseguido poner pie aun en tierra. Combatimos en el mismo río. Nuestros arqueros los siguen cazando de a decenas. Esto solo puede terminar de una manera. Los Meroítas comienzan a huir, algunos son arrastrados por la corriente junto con los cadáveres, otra masacre. 
 
En la orilla opuesta los cocodrilos se arrojan al agua. 

continuara ...

1 comentario:

  1. Hola Carlos, mas acción en este episodio, lluvia de flechas, y hasta cocodrilos al ataque woww.
    Feliz tarde.

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